R. SÁNCHEZ. SEVILLA
Actualizado Jueves, 25-12-08 a las 08:44
Suenan villancicos en la minicadena. Sobre el mantel caro brillan los
cubiertos de plata y los platos de porcelana. Ya queda muy poco para
las noches especiales de la Navidad. Sin embargo, no todo el mundo
puede pasar la velada en familia. Este año ha tocado, hay que trabajar.
Es el caso de Inmaculada López, una joven de 28 años que lleva seis
trabajando en las jornadas más señaladas de la Navidad. Pasa las
mañanas en una guardería, y por las noches sirve copas en un local de
la Buhaíra. Estas fiestas también son memorables “trabajando en estas
noches he visto de todo. Un año, una mujer se puso de parto en mitad
del local y tuvimos que sacarla por la puerta de atrás y llamar a una
ambulancia”.
Inmaculada lo tiene claro, su trabajo no es ninguna fiesta “no paras de
trabajar”. Apunta que “si de algo se puede estar seguro es de que uno
no puede integrarse en la velada”. Y, aunque lo acepta, se le hace
difícil pensar que, un año más, no tendrá tiempo de comerse las uvas en
casa.
Un año, una mujer se puso de parto en mitad del local y tuvimos que sacarla por la puerta de atrás y llamar a una ambulancia
La familia de Isabel ya está acostumbrada a que algún miembro de la
familia no esté en casa en Nochebuena o en Nochevieja. Desde hace años,
su padre ha trabajado durante los días 31, de la mañana a la noche
“supongo que voy siguiendo su estela”, comenta.
Isabel es recepcionista de un céntrico hotel de la capital hispalense.
Con 23 años, éstas son las segundas navidades que pasa en el trabajo en
los días más especiales. “Este año, si quiero salir en Nochevieja, me
toca empalmar”, asegura. Al menos, el hotel intenta crear un ambiente
navideño “ponemos villancicos, además, los clientes llegan con ánimo
navideño y nos hacen participes de ello”.
Mi padre ha trabajado durante años el 31, supongo que voy siguiendo su estela
“Llevo 21 años dedicándome a esto, así que no es la primera vez que
trabajo en Nochevieja”. Marisa Díaz de Mayorga , ATS en el Hospital de
San Lázaro, piensa que quien peor lo pasa es su hijo pequeño, “mi
marido y yo pasaremos el fin de año de guardia, y mi hijo siempre nos
dice que sin nosotros no es lo mismo”. A pesar de ello, es consciente
de que alguien tiene que trabajar porque la gente enferma, también en
Navidad.
Esta Nochevieja, Marisa entra a trabajar el día 31 a las ocho de la
tarde y sale el día de Año Nuevo a las ocho de la mañana. Así, sus
compañeros y ella tienen que celebrar la noche en el hospital, y para
ello “cada empleado lleva una comida especial, mantelitos navideños y
se siguen las campanadas por el televisor”.
Mi hijo dice que sin nosotros, la Nochebuena no es lo mismo
Miguel Ángel pasará la Nochebuena solo en su lugar de trabajo “llevo 20
años en la seguridad, y este año me ha tocado, desde las siete de la
tarde hasta las siete de la mañana”. Para el Vigilante, cuando anochece
el 24 de diciembre y tienes que trabajar lo mejor es “mentalizarte y
pensar que es un día más aunque, en el fondo, es uno de los días más
tristes del año”.
Isabel, Miguel Ángel, Inmaculada y Marisa, todos coinciden y argumentan
que, en estos casos, los que peor lo pasan son las familias. Para los
que faenan, grandes dosis de paciencia, centrarse en el plus por
trabajar en Nochebuena y Nochevieja o intentar llevar la Navidad a la
empresa. Son algunos trucos para que las grandes noches de la Navidad
no pierdan su magia, aunque este año toque trabajar.
http://www.abcdesevilla.es/20081225/sevilla-actualidad/trabajo-tambien-navidad-200812231420.html