JOSÉ ESCÁNEZ

JUAN Bernal parece un tipo lampiño, anodino e inexpresivo. Es educado y se comunica con serenidad. Nadie diría que es vigilante de seguridad y que debe lidiar con los malos, distinguirlos de los buenos y enfrentarse a ellos sin que su ánimo le traicione.Tiene un truco. Desde hace un tiempo acude a diario a un café-bar de la calle Lentisco, regentado por Onofre. En el lugar sirven el peor café de la ciudad y el resentimiento, la queja y el rencor se simbolizan en su dueño.

El vigilante agudiza su oído mientras consume. Son pocos los segundos que tarda Onofre en insultar de forma indiscriminada al mundo, haciendo declaraciones definitivas con las que no se puede discutir.

Quejarse es para el dueño una de las estrategias favoritas para reforzar su ego. Hace una interpretación que su mente inventa y se cree por completo. Se queja de otros, ya sea por una noticia o una habladuría sobre un vecino. Le aplica etiquetas mentales negativas a cualquiera.

A Onofre se le nota resentimiento en sus quejas y en los etiquetados mentales que hace de la gente. Parece amargado, indignado, agraviado u ofendido. Resentido, al fin y al cabo, de la codicia de otros, de su deshonestidad, de su falta de integridad, de lo que están haciendo, de lo que hicieron en el pasado, de lo que dijeron, de lo que dejaron de hacer, de lo que deberían o no deberían haber hecho. Sí, a Onofre le gusta quejarse de los otros y de las situaciones, y le gusta hacerlo con resentimiento. Como si se dijera permanentemente "esto no debería estar ocurriendo"; "no quiero estar aquí"; "no quiero estar haciendo esto", "me están tratando injustamente".

Pero el dueño va más allá. Acompaña sus quejas de ira y rabia. Parece que al quejarse manifiesta una tendencia a reaccionar en vez de actuar. Es como si estuviera esperando la próxima cosa contra la que reaccionar, por la que sentirse molesto o perturbado, y nunca tarda en encontrarla. Parece adicto a la indignación y la ira como otros lo son a una droga.

Desde la barra, Juan recuerda que escuchó que quejarse, encontrar defectos y reaccionar en lugar de actuar son cosas que refuerzan al ego dándole una sensación de superioridad que lo alimenta. Que cuando te quejas implica que llevas razón, y la persona o situación de la que te quejas o contra la que reaccionas no la tiene. Y no hay nada que refuerce más al ego que tener razón.

Sale del bar con aspecto rudo y burdos modales. Es lo que pretende desde que va por allí. Su ego se ha contaminado de queja y resentimiento, y así puede afrontar mejor su trabajo.

http://www.elalmeria.es/article/opinion/1247209/esto/no/deberia/estar/ocurriendo.html

José Escánez escribió:

JUAN Bernal parece un tipo lampiño, anodino e inexpresivo. Es educado y se comunica con serenidad. Nadie diría que es vigilante de seguridad

José Escánez escribió:

Sale del bar con aspecto rudo y burdos modales. Es lo que pretende desde que va por allí. Su ego se ha contaminado de queja y resentimiento, y así puede afrontar mejor su trabajo.

Es decir, el pobre Juan, persona educada y serena, tiene que empaparse cada mañana de ira y resentimiento para poder cumplir correctamente con su trabajo de Vigilante de Seguridad.

Como ejercicio literario, es posible que no esté mal (para gustos colores). Pero desde luego, si no se trata de una licencia literaria y es una opinión personal novelada, a mí personalmente me parece que es una solemne tontería propia de alguien que no sabe de que está hablando.

Bueno, supongo que el caso del compañero, sea ficticio o no, es el de muchos en este oficio.
Todos no somos Chuck Norris o el hombre de negro.
Cuando un amigo de mi padre, vigilante jurado, de los de toda la vida, se enteró, que me iba a iniciar en el oficio, me dio un consejo:
"El vigilante, paso corto, vista larga y cara de mala h....." Frase, que mas tarde me enter´´e que era atribuida al duque de Ahumada, fundador de la benemerita.
Parte del consejo trato de tenerlo siempre presente en mi forma de trabajar, pero lode la cara de mala h.....", como que en estos tiempos ya no procede.
Pero aparte de esto siempre trato de no dejarme llevar al huerto, porque ahí es donde perdemos toda la razón.
Un saludo.

La ira y el resentimiento son una mala combinación para trabajar como vigilante, solo conducen a crear problemas, si el escritor tuviera la menor idea de lo que habla, en lugar de ampararse en los eternos tópicos para sacar adelante su columna y seguir cobrando, lo sabría.
En cuanto a la cara de mala hostia, en ocasiones ¡puede ser mucho mas útil que toda la ira y el resentimiento del mundo! aunque solo sea para que te dejen tranquilo.
Un saludo

tata escribió:

Esto no debería estar ocurriendo

JOSÉ ESCÁNEZ

Es educado y se comunica con serenidad. Nadie diría que es vigilante de seguridad

Estas 2 frases son cojonudas. Está claro que para ser VS hay que ser maleducado y no saber hablar con corrección.
¡La madre que los hizo!

Mirmidon escribió:

tata escribió:

Esto no debería estar ocurriendo

JOSÉ ESCÁNEZ

Es educado y se comunica con serenidad. Nadie diría que es vigilante de seguridad

Estas 2 frases son cojonudas. Está claro que para ser VS hay que ser maleducado y no saber hablar con corrección.
¡La madre que los hizo!

Esta cruz la vamos a llevar siempre.

Maxime mientras nos toque tratar com impresentables como el Onofre,