Pues aplaudo su iniciativa, pero es una lastima que no se haya preparado un poco mas el discurso a los medios, porque no resulta nada convincente expresado así, sinceramente, queda un poco "Freak"

Siempre me ha costado mucho encontrarle sentido a una huelga de hambre, y este caso es uno de ellos.
¿Que pide?, habla de intrusismo, leyes, licencia de armas, agente de la autoridad, comenta artículos y leyes que dicen no existir...
Respeto esta iniciativa, pero no me parece coherente.
Alguien debería asesorar a este señor.

Una huelga de hambre, atenta gravemente contra la salud de las personas.

Ningún sector, y "mucho menos este", se merece que alguien ponga en peligro su vida por él.
Espero que ponga fin a su iniciativa lo antes posible.

A mi, dicho con todos los respetos, no me parece una iniciativa seria, quizás me equivoque, pero sinceramente, dudo mucho que nadie persevere hasta poner en peligro su salud, por unos ideales tan deslavazados e inconexos.

La Policía municipal de Madrid procedió esta mañana a levantar el campamento montado en la plaza de las Cortes por el vigilante de seguridad que está en huelga de hambre frente al Congreso de los Diputados desde el pasado mes de marzo.

El operativo se puso en marcha pasadas las 10.00 de la mañana. Un grupo de cuatro agentes y un camión contenedor de los servicios de limpieza del Ayuntamiento en Madrid acudieron a las inmediaciones del Congreso para proceder a retirar todos los elemento de mobiliario que no fueran estrictamente imprescindibles para el ejercicio del "derecho de libertad de expresión" de este ciudadano.

Marian Stancius es vigilante de seguridad de origen rumano y creador y presidente de la asociación SELA-CE y de la pagina web "esclavos21.es". Hace ya más de cuatro meses decidió llevar su protesta a las puertas del Congreso donde se puso en huelga de hambre para reclamar el cumplimiento de la Ley de Seguridad Privada que, según denuncia, se vulnera desde hace 20 años.

Durante el proceso de desalojo, Stancius ha permanecido sentado y explicando en voz alta sus reivindicaciones. No ha habido ninguna fricción con los agentes, ni con los funcionarios de limpieza.

Al terminar, el huelguista se ha quedado en el lugar que ha sido su casa durante los últimos meses con una mesa plegable de donde cuelgan sus panfletos reivindicativos y la hucha en la que cualquier ciudadano puede dejar su contribución.

La Policía no se plantea impedir a este vigilante de seguridad que continúe su protesta frente al Congreso, lo que no podrá hacer es volver a montar un campamento.