La Catedral de Santiago ha acelerado la mejora de las medidas de seguridad tras el robo, hace un año, del Códice Calixtino. Ahora, el templo y las estancias del Archivo y del Museo están vigilados las 24 horas del día por 40 cámaras de televisión controladas todas ellas por un operador desde una única sala, hay 8 vigilantes a turnos, se ha reforzado el control de acreditación de las personas que acceden a los espacios más reservados del templo y se lleva un estricto registro del uso de las llaves de las estancias más delicadas.
Así lo detallaron ayer el presidente de la comisión de Cultura de la Catedral de Santiago, Daniel Lorenzo, y el director de seguridad, Ricardo Sanz, en la presentación del plan de seguridad integral del templo. Como destacaron, la prioridad de este protocolo es velar por la integridad de las personas que trabajan en la catedral y de todos los fieles y visitantes que acuden a los edificios, y, en un segundo lugar, ocuparse de la protección del patrimonio.
Sanz y Lorenzo aseguraron, aunque sin dar muchos detalles, “por seguridad”, que el plan contempla las medidas “más eficientes y eficaces” del mercado y la “tecnología de mayor nivel”, pero no desvelaron el presupuesto. Solo indicaron que es bastante costoso y que se incrementa “día a día” porque constantemente se introducen mejoras. Por ello, el cabildo busca que tanto administraciones públicas como entidades privadas aporten financiación con la que sufragar las medidas de seguridad, dado que es uno de los pocos templos que no cobra entrada por su acceso y que tampoco está previsto hacerlo.
“Si se cobrara entrada, se podrían hacer más cosas, pero como no está previsto, hay que buscar otras fórmulas. Intentamos llegar a algún tipo de acuerdo con fundaciones e instituciones privadas para que ayuden”, declaró Daniel Lorenzo.
Todos los espacios de la catedral, pero también del Museo y del Archivo –de donde fue sustraído el Códice– estarán bajo videovigilancia, pero además, el personal externo del cabildo tendrá una acreditación especial para acudir a determinados espacios, que incluso podrá ir acompañado, y toda las llaves se guardarán celosamente, llevando un registro del uso que se le da a cada una para saber en todo momento quién las utiliza y evitar que se puedan realizar copiar. En una estancia especial se tendrán monitores de todas las cámaras y los chivatos de todas las alarmas, que además estarán conectadas a una central de emergencia exterior.

http://www.farodevigo.es/sociedad-cultura/2012/07/27/catedral-santiago-refuerza-seguridad-40-camaras-ocho-vigilantes-registro-llaves/669000.html