Los polígonos industriales y urbanizaciones incrementan su vigilancia por los robos
Aumentan las alarmas y, con ello, la seguridad privada. Polígonos industriales de la provincia y urbanizaciones han incrementado la vigilancia de sus zonas en los últimos meses ante las oleadas de robos. A pesar de los esfuerzos, la pericia de los ladrones, miembros de bandas organizadas, consigue evitar los sistemas y llevar a cabo su objetivo: hacerse con el botín.
Según los expertos, estas redes utilizan el método del butrón para entrar en las naves y están establecidas principalmente en Torrevieja y Orihuela Costa. Los integrantes de estas bandas suelen ser de nacionalidades de Europa del Este. Su principal objetivo son las joyas y el dinero en efectivo.
Este hecho les lleva a asaltar a empresas en polígonos que por la noche no están concurridos, además de viviendas, en los últimos tiempo incluso con sus dueños en el interior. Como ejemplo, el pasado año el polígono industrial de Las Atalayas de Alicante registró seis robos a empresas, once en vehículos y siete robos con intimidación en las instalaciones con un total de 1.819 llamadas por los avisos de sistemas de seguridad.
Pero no sólo las naves están en alerta. En las urbanizaciones, los dueños de las viviendas aumentan la seguridad por el temor a los robos. En marzo, la urbanización Gormaig en Alcoy contrató vigilancia privada y videocámaras para controlar el acceso a sus calles.
Asalto a una anciana
Los asaltos a viviendas suman el mayor número en la Vega Baja. El más grave a principios de mayo en Pilar de la Horadada cuando un ladrón, que se hizo pasar por técnico de contadores, asaltó de forma violenta la casa de una anciana de 87 años y se llevó un botín de 15.000 euros en metálico.
Los comercios tampoco se libran y, en Villena, las reivindicaciones de los empresarios no cesan y piden mayor presencia policial en zonas comerciales. El municipio es protagonista en los últimos meses de una oleada de robos a comercios y, lo peor de todo, no son los objetos robados sino la cantidad de desperfectos que los asaltantes dejan a su paso en puertas y ventanas cuando intentar acceder a los locales. Los comerciantes han optado por no dejar dinero ni en las cajas registradoras ni en las máquinas de los bares, según informaron los propios afectados por los hurtos.
En marzo, una banda organizada protagonizó también varios robos en El Altet. La pedanía alicantina sufrió varios hurtos en una semana en comercios, por lo que los vecinos reclamaron más presencia policial. Farmacias, tiendas de ropa, bares u ópticas no han quedado impunes de los robos de las bandas en 2008 en la provincia.
Pero no sólo los delitos afectan a empresarios, comerciantes o particulares. En los últimos tiempos, el mobiliario urbano también llama la atención de los ladrones. Así, el cable de cobre se ha convertido en un bien codiciado por las bandas. San Vicente es uno de los municipios que ha sufrido el mayor hurto en los últimos tiempos, lo que puso en alerta a los vecinos que se quedaron sin luz por la falta de cables.
Así, la mayor operación contra este delito se produjo en Elche, donde la Guardia Civil de Alicante detuvo, el 9 de abril, a cinco personas como presuntos miembros de una banda. Los agentes intervinieron 2.500 kilos de este material en el interior de una furgoneta.
http://www.lasprovincias.es/valencia/20080601/tema-dia/alerta-policial-ante-oleada-20080601.html