Una de las vigilantes del centro comercial Carrefour de la calle Federico García Lorca puede decir que fumar le salvó la vida. Al menos, lo consiguió la pitillera que llevaba guardaba en un bolsillo y que esquivó la puñalada que le propinó en el pecho uno de los clientes del establecimiento tras recriminarle el haber robado varios efectos del hipermercado.
Ocurrió el pasado día 22 a las 18 horas. El personal del centro comercial alertó a la Policía de que varias personas estaban manteniendo una reyerta con los efectivos de seguridad. Dos hombres, Raúl J.B. y su hermano Gustavo J.B. intentaban agredir a una de las vigilantes que aseguraba que en el carrito de bebé de una de las mujeres que les acompañaban había productos cárnicos sin abonar en caja. La trabajadora recibió entonces con una navaja varios cortes en el cuello, la espalda y en el pecho que frenó la pitillera que llevaba en el bolsillo.
Finalmente, los dos presuntos agresores quedaron detenidos por un presunto delito de robo y lesiones y la vigilante fue atendida de sus heridas, de carácter leve según fuentes policiales, en el supermercado por los sanitarios del Summa.
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