La Guardia Civil vincula el 'caso Guateque' con las bandas de porteros
Todos los porteros de Madrid deberán estar acreditados el 5 de abril
Extorsiones. Palizas por deudas de droga. Venganzas. Tráfico de cocaína
y compra de licencias de locales con la implicación de funcionarios del
Ayuntamiento de Madrid. Los protagonistas del submundo de la noche
madrileña se conocen, se protegen y se hacen favores. Pero a veces,
también se pelean. Y cuando lo hacen, la cosa acaba a tiros.
La muerte de Catalin Stefan Craziun, Cata, lugarteniente de la banda de Ivo, El Búlgaro,
y asesinado a tiros en la puerta de la discoteca Heaven el pasado
lunes, presuntamente por un integrante de la banda rival de los Miami,
ha destapado las luchas entre las mafias por hacerse con el control de
la seguridad en los bares. Detrás hay mucho más. El relato de todas
estas conexiones salpica la Operación Guateque, la investigación de la
Guardia Civil sobre el caso de corrupción municipal en el Ayuntamiento
de Madrid. Se trata de una pieza separada en el sumario del caso que
instruye desde noviembre de 2007 el juez Torres en el juzgado número 32
de Plaza de Castilla. Tras horas de escuchas telefónicas, extractos de
cuentas y sociedades mercantiles, no consiguieron imputar
responsabilidad penal a los implicados. El Ministerio Fiscal tuvo que
sobreseer el caso. Pero el informe es un inquietante retrato de la
noche madrileña.
Todo empieza con un teléfono móvil. El que iba a
permitir a Joaquín Fernández de Castro, ex jefe de Evaluación Ambiental
en el Ayuntamiento de Madrid e imputado por el caso Guateque,
comunicarse desde la cárcel con quien quisiera. Sin pasar por la
disciplina del centro penitenciario. Se lo consiguió a principios de
2008 su hijo, Acisclo Fernández Rodríguez que, además, es el
propietario de la discoteca Dink (el local con más denuncias de los
investigados en el caso Guateque). La Guardia Civil había
pinchado su teléfono. El intermediario sería un tal Lauro, un
colombiano nacionalizado español a quien la Guardia Civil define como
la persona "que más cocaína mueve en Madrid" y que dirige, desde un
conocido gimnasio de la ciudad, una banda de "matones de feria
dispuestos a todo".
La historia del móvil llevó a los agentes a
descubrir un entramado de relaciones que "pone de manifiesto la
existencia de una tupida banda de presuntos delincuentes implicados en
la comisión de delitos de tráfico de drogas, extorsiones, secuestros y
un largo etcétera", según el informe.
El presunto cabecilla de la organización, según los agentes, es el colombiano Lauro, amigo además, de Ivo, El Búlgaro,
uno de los jefes de las mafias que controlan la seguridad de las
discotecas e imputado por secuestro. En las conversaciones intervenidas
aparece el nombre de Ivo. Según los informes policiales, El Búlgaro es
el cabecilla de una banda de "matones" a los que contrata a través de
su empresa de seguridad, Apolo Check. En el grupo se encontraba también
Catalin Stefan Craziun, asesinado el pasado lunes en una céntrica
discoteca de Madrid.
http://www.elpais.com/articulo/espana/muerte/Cata/destapa/poder/mafias/Madrid/elpepiesp/20090114elpepinac_15/Tes