Se cruzó con él dos veces, y en ambas lo encontró agachado junto a la rueda trasera derecha de un coche largo y plateado. Le llamó la atención su bigote, lleno de canas, y el sombrero negro que llevaba. Pensó que estaba cambiando un neumático. Lo que nunca imaginó es que aquel desconocido iba a intentar arrebatarle a su hija, que tiene tres años. «Pero yo se lo impedí», afirma la madre, que acudió a comisaría para denunciar los hechos.
Vanessa Torres (23 años) salió de casa pasadas las 15.30 horas del lunes. Iba tarde. Debía recoger a su hija a la salida del comedor escolar en el CEIP Victoria Kent, en el Camino del Pato, donde estudia primero de Educación Infantil. A la ida, al pasar por la calle La Unión Mercantil, vio por primera vez al hombre. Le llamó la atención encontrarlo agachado junto a un coche, así que se fijó. «Tendría entre 50 y 55 años. Llevaba un traje oscuro con rayas, camisa blanca y tenis oscuros», cuenta la madre.
De vuelta a casa, ya con la niña de la mano, volvió a toparse con él. Estaba en la misma posición. «Pensé: 'Todavía está liado con la rueda». Al pasar a su altura, según relata la mujer, el individuo agarró a la pequeña de la pierna con las dos manos. No habló, pero tampoco trató de ocultar su rostro. «Me miraba directamente a la cara. Yo empecé a tirar de ella, y él también», describe la madre. «No se levantó en ningún momento -prosigue-; reaccioné y le di una patada en el pecho que le hizo caer de espaldas. Cogí a la niña y salí corriendo hacia mi casa».
Durante la huida, Vanessa se giró para comprobar si el desconocido la estaba siguiendo, pero él corría en sentido contrario. Al llegar a su domicilio, la niña se abrazó a su tía, hermana del padre. Ella recuperó el aliento y le contó lo sucedido a su suegra, que telefoneó inmediatamente a la sala del 091 de la Policía Nacional. La llamada se registró a las cuatro menos diez de la tarde. La comisaría envió varias patrullas al lugar para comprobar el aviso y, aunque efectuaron una batida por la zona, no localizaron a nadie con la descripción facilitada por la madre.
Parte médico
Los agentes aconsejaron a la mujer que acudiera a un centro médico para que asistieran a la pequeña, que es asmática. «Le tuve que poner los aerosoles, porque sufrió un ataque», dice la madre. El parte de lesiones refleja que la niña presentaba también un arañazo en el rostro. Vanessa lo aclara: «Cuando le di la patada y perdió el equilibrio, levantó la mano y golpeó a mi hija en la cara». Según la madre, el agresor rompió a tirones el pantalón de chándal que llevaba la menor.
Tras pasar por el ambulatorio, la mujer acudió a la Comisaría Provincial del Cuerpo Nacional de Policía para presentar la denuncia. Lo hizo en el Servicio de Atención a la Familia (SAF), que pertenece a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV). Los agentes de este grupo, especializados en casos que tienen como víctimas a menores de edad, citaron a madre e hija a las diez de la mañana de ayer para ampliar su testimonio y mostrarles fotografías de delincuentes sexuales fichados por la policía. También pidieron a Vanessa que llevara el pantalón que el individuo supuestamente rompió a la pequeña por si había dejado en él sus huellas dactilares y, de este modo, podían identificarlo. Fuentes cercanas al caso confirmaron a este periódico que hay una investigación abierta sobre este asunto y subrayaron que, por el momento, no se descarta ninguna hipótesis.
Asustada
Entre tanto, la familia trata de que la niña recupere la normalidad cuanto antes. «Físicamente está bien, pero cuando queremos sacarla a la calle, se agarra a la puerta y dice que no quiere salir por si vuelve 'el hombre'», apunta Vanessa. «Esta noche -la del lunes al martes- no ha dormido nada. Oye una sirena y se pone a llorar porque le da susto».
También ella confiesa sentir ese temor. «Me da miedo salir sola con ella a la calle», apostilla la madre. Asegura que nunca antes se había cruzado con aquel sujeto: «No me suena de nada ni lo había visto merodeando». Desconoce las intenciones del desconocido, aunque tiene sus sospechas. «Creo que el interés que tenía era llevársela. Pienso que quería coger a cualquier niña, y me ha tocado a mí», concluye Vanessa.
http://www.diariosur.es/v/20130130/malaga/denuncia-desconocido-intento-llevarse-20130130.html