Serafín Alonso (Pontevedra).
El repunte de actos vandálicos y robos en los polígonos industriales
en los últimos meses ha provocado la reacción de los trabajadores de la
seguridad privada, que reclaman más medios para hacer frente a esta
situación, y de las empresas, que ven cómo son esquilmadas sin poder
evitarlo.
Julio trabaja en seguridad desde hace varios años en el polígono
industrial de O Campiño y reconoce sentirse indefenso y solicita más
apoyo logístico para realizar su labor con todas las garantías.
«Ultimamente hai un maior índice de roubos, sobre todo de chatarra.
Síntome desprotexido en moitas ocasións», explica.
La seguridad privada de O Campiño está formada por tres vigilantes
(uno de día y dos de noche). Es en este último turno en el que trabaja
Julio. «Somos só dous no medio do monte. Se ven alguén estamos
vendidos. Non levamos arma, só unha porra para defendernos »,
argumenta. Como Julio, muchos compañeros de profesión apuestan por la
utilización de armas como medio de protección. Para ello sería
necesario obtener, además de la licencia de arma correspondiente, una
titulación y la realización de un curso de tiro de la Guardia Civil.
Bandas de Europa del Este Los trabajadores de la seguridad privada, colectivos empresariales y
asociaciones como la Unión de Guardia Civiles (UGC) han alertado ya del
incremento de bandas organizadas, principalmente del Este de Europa, en
las Rías Baixas.
«Dende hai tempo comezamos a observar coches sospeitosos que
controlan as naves do polígno do Campiño. Vese máis vandalismo e bandas
organizadas», reconoce uno de los empleados de seguridad de la zona. Ex
militares y mercenarios perfectamente adiestrados, con material de
última generación. Es el perfil de los asaltantes que manejan desde la
Unión de Guardia Civiles. «Exigimos más apoyos. Existen polígonos en
los que trabaja una sóla persona. Se trata de perímetros cerrados y la
inseguridad es tremenda», indica un profesional del sector de la
seguridad privada en Pontevedra.
Dispositivo en O Campiño Responsables del polígono industrial de O Campiño aseguran que las
autoridades han redoblado esfuerzos en materia de vigilancia a raíz de
los robos registrados en la comarca de Pontevedra a finales del año
pasado. Uno de los últimos se registró en una empresa de Vilaboa, en la
que unos desconocidos realizaron dos butrones y se llevaron un botín de
74.000 euros y 44.000 dólares (unos 44.600 euros).
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