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Es un derbi y como tal será tratado. El operativo de seguridad del Barça-Espanyol tendrá las características habituales que poseen esta clase de enfrentamientos. Tal y como prevén la ley y la Comisión Antiviolencia, un choque de rivalidad local es considerado de 'alto riesgo', aunque la percepción general indica que en esta ocasión el partido entre azulgranas y blanquiazules no llega en un contexto tan enrarecido como el que rodeó el último choque en Montjuïc.

Hace una semana, el partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey tuvo unos prolegómenos especialmente preocupantes desde el punto de vista de la seguridad. El recuerdo de los incidentes acaecidos en el derbi de septiembre en la Liga, con lanzamiento de bengalas que obligaron a interrumpir el juego durante varios minutos, fue el primer signo de alarma. Solamente faltó que los Boixos Nois amenazaran en su web que tenían previsto acudir a Montjuïc pese a que el Espanyol decidió vender únicamente entradas a sus socios para que las medidas de seguridad se extremaran como nunca. Afortunadamente, nada raro pasó durante el derbi copero en el Estadi Olímpic y eso propicia que esta segunda entrega del Barça-Espanyol se presente en un tono muy lejano de la crispación que precedió al anterior.

En una reunión que hoy, según está previsto, llevarán a cabo todos los agentes implicados en garantizar la seguridad y el orden se acabará de perfilar un dispositivo que contará con las medidas tradicionales en esta clase de partidos. Aparte de los Mossos d'Esquadra, Guardia Urbana, Cruz Roja y la vigilancia privada del Barça, también se cuenta con los responsables de seguridad de ambos clubs.

Por ejemplo, desde las 48 horas previas al choque y también 24 horas antes se harán sucesivas revisiones en el Camp Nou, con perros incluidos y supervisión del subsuelo. También en la ciudad agentes de Mossos d'Esquadra controlarán de cerca los bares donde habitualmente se citan losaficionados radicales del Barça. Los del Espanyol, como se vio en la ida, ya no existen como grupo, y aunque algunos de sus antiguos miembros continúan asistiendo al Estadi Olímpic ya no se organizan como sector. Especial atención policial requerirá la llegada del Espanyol al Camp Nou y también la del equipo arbitral. En realidad, nada que no se haga en cualquier otro partido de 'alto riesgo'