Escrito por L.G. Alvarez
Está comprobado que no soplan buenos vientos para el sindicalismo español, sobre todo para ugetistas y ’comisionistas'. Les llueven palos y descalificaciones desde todos lados.
En verdad, no están acostumbrados a ser vapuleados un día sí y otro también. Desde que el partido socialista asumió el gobierno en España, UGT y CC.OO. han vivido en una nube rosa a la sombra del Gobierno socialista. Ambos sindicatos, UGT y CC.OO., se han convertido, en efecto, en compañeros de viaje del Gobierno. Sindicatos que respaldan incondicionalmente a Zapatero en todas sus acciones y en todas las coyunturas. Se han domesticado al amparo del poder socialista y comen del pesebre gubernamental, de las subvenciones que salen de los bolsillos de todos los ciudadanos, estemos afiliados o no.
Concertación llaman eufemísticamente a la lluvia de dinero que el Gobierno vierte sobre sus cabezas. Si esos sindicatos estuvieran únicamente subvencionados por sus afiliados no se darían obviamente a la molicie como habitualmente hacen. Por lo tanto no es lógico pedirles que muerdan la mano de quienes hacen que caiga una lluvia de millones sobre sus sindicales cabezas. El Gobierno socialista compra la paz social a base de concederles fabulosos estipendios. Así cuando a José María Fidalgo, dirigente de CC.OO., le insinuaron que los sindicatos podrían movilizarse para protestar ante la situación de deterioro que sufre el ciudadano en su economía, el bizarro Fidalgo bramó desde sus dos metros de altura: “Esto no se arregla con una romería”. Así lo dijo, ‘con un par’. ¡Vaya, vaya con el tal Fidalgo! Pero bien que CC.OO. y UGT se fueron de romería no pocas veces durante el gobierno del partido popular. ¿Recuerda usted, amable lector, la campaña del Prestige? ¿Y el submarino atómico que entró en Gibraltar? ¿Y la foto de las Azores? Le montaron, entre todos, una ‘insurrección cívica’ del copón al ‘tío del bigote’ al que calificaron poco menos como un ‘criminal de Estado’.
A Cándido Méndez, el otro dirigente sindical ugetista, le faltó tiempo para encaminar apresuradamente sus pasos a la Audiencia Nacional para respaldar, apoyar, la causa de la Memoria Histórica que ha emprendido Garzón y allí en las escalinatas de la Audiencia al ser preguntado por los periodistas sobre la crisis y su repercusión en el trabajador se limitó a decir, tan sólo, que los empresarios no deben aprovecharse de la crisis para despedir a los trabajadores. Así lo dijo, con la cara como el granito. Ni una mención, ni un reproche al gobierno socialista por haber obviado hablar de la crisis durante todo un año.
Estos sindicalistas miran, sin pudor, para otro lado cuando se les muestran cifras como 800.000 parados en este año; 2.6 millones de parados, el 11.3%; 630.000 hogares en los que no trabaja ningún miembro; más de 700.000 parados en Andalucía, y un enorme y larguísimo etcétera. Ante estas cifras los Fidalgo, Méndez, el ugetista andaluz Pastrana y el comunista andaluz Carbonero miran para otro lado y se entretienen en la contemplación de los pececitos de colores. Al parecer, tampoco tienen nada que decir sobre que el gobierno socialista va a salir al rescate de los bancos y Cajas con una cantidad billonaria en pesetas, nuestro dinero, que supone el ¡15% de la riqueza nacional! Sellan impúdicamente sus labios.
A este respecto, Javier Gómez Navarro, Presidente del Consejo Superior de Cámaras de Comercio, que fue ministro de Comercio en el último Gobierno de Felipe González, declara a El Mundo y a la Cope que “A corto plazo hay que combatir el absentismo. Hay que convencer a los sindicatos de que su papel no es proteger a los vagos. No deben seguir protegiéndolos”. Así, sin pelos en la lengua, pone los puntos sobre las ‘ies’ respecto del papel que actualmente juegan los sindicatos. Gómez Navarro añade que “el absentismo se ha duplicado en los últimos tres años. Hemos pasado del 3.5% al 7%”. Asimismo, el Presidente del Consejo de las Cámaras de Comercio manifestó a la Cope que en zonas de Andalucía el absentismo ronda el 12%. ¿Se sentirán aludidos el ugetista andaluz Manuel Pastrana y el ‘comisionista’ andaluz Carbonero ante estas declaraciones? ¿O no querrán desairar al virrey de la taifa andaluza? Uno y otro -Pastrana y Carbonero- deberían prestar atención a las declaraciones del empresario onubense Juan Soltero que declara que “a la gente de la zona que cobra el PER le interesa sólo una serie de jornadas y luego dejan de venir”. Respecto a las declaraciones de Gómez Navarro, el Secretario General de la UGT en Cataluña salió como un basilisco y declaró que “las Cámaras son unos parásitos”. ¿No hay parásitos en los sindicatos? ¿No?
Para finalizar, el economista Roberto Centeno, en su miniespacio de los miércoles titulado “El disparate económico”, manifestó en la Cope, el día 22 de octubre, respecto de la lluvia de millones de euros que el Gobierno de Zapatero va a conceder a la banca, que “los sindicalistas traidores Méndez y Fidalgo” no han dicho ni pío al respecto. Si a la llamada en su día a esconder a los inmigrantes ilegales y a desobedecer la Ley de Extranjería se le añade todo lo anterior, el sindicalismo en general y UGT y CC.OO. en particular han quedado en evidencia, para el arrastre, para los leones.
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