http://www.diariosur.es/20090210/ceuta/otro-vigilante-punta-blanca-20090210.html
El caso de las supuestos malos tratos en el centro de reforma de Punta B lanca se oscurece cada semana que pasa y la denuncia de Comisiones Obreras va tomando forma. Un nuevo ex vigilante de seguridad, el segundo en una semana, declaró ayer ante la Fiscalía para denunciar que durante el tiempo que prestó servicios en Punta Blanca «observó como los menores, cuando molestaban al personal a su cuidado, eran esposados a los pies de la cama o al cabecero con los bazos en cruz y arrodillados durante horas, incluso durante toda una noche (8 horas de turno del vigilante». Así consta en el escrito de denuncia presentado ayer al Fiscal y al que ha tenido acceso SUR.
Una declaración que llega veinte días después de la denuncia de Comisiones Obreras ya que, según se excusó este ex vigilante, «desconocía que fueran constitutivos de delito, ya que desde su ingreso como vigilante (en el centro de reforma Punta Blanca) se practicaban de forma habitual». No obstante, al conocer la denuncia del sindicato, el vigilante ha querido personarse ante la Fiscalía «para colaborar con la Justicia en el esclarecimiento de los hechos».
A la mínima
Medidas coercitivas que, asegura este ex vigilante, se producían «a la mínima acción del menor» y «sin que existieran causas que realmente justificaran la adopción de este tipo de medidas de inmovilización».
La declaración de este ex vigilante, corrobora que si el menor «persistía en una actitud que molestara a sus cuidadores» se le inmovilizaba «totalmente» mediante unas «correas de sujeción que impedían cualquier movimiento». «Estas maniobras se prolongaban también durante horas y horas», según consta en la denuncia.
Dirección informada
Según declaró este segundo vigilante que avala la denuncia inicial de CC.OO., «ni el juez ni el fiscal de Menores eran informados de la adopción de este tipo de medidas». Sin embargo, la dirección del centro, asegura en la declaración, «tenía perfecto conocimiento de los hechos y daban las instrucciones concretas para la realización de estas maniobras». Según la denuncia, tampoco se informaba al juez ni al fiscal de estas maniobras de inmovilización y «se realizaban sin ningún tipo de control por personal sanitario». No son los únicos malos tratos denunciados por este vigilante de seguridad que también alude a maltrato psicológico, especialmente con los menores marroquíes. La nueva denuncia señala expresamente a una educadoracomo «muy proclive a dispensar malos tratos psíquicos a los menores, especialmente de Marruecos, que estaban totalmente desprotegidos».
La denuncia muestra su extrañeza también por el hecho -no constitutivo en principio de delito alguno- de que «en el cuarto de vigilantes existieran equipos antidisturbios para que el personal de vigilancia actúe contra los menores en los casos que sean referidos para ello por la dirección del centro. Los equipos constan de cascos, escudos y defensas de goma».