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Era el único de los agentes de seguridad implicados en el primer vídeo de agresiones a usuarios del suburbano que salió a la luz pública que seguía trabajando en el sector.
Hace ocho días que el diario El País publicaba unas grabaciones en las que vigilantes de seguridad del metro de Madrid agredían a un usuario. En la primera de ellas se veía cómo un trabajador de Prosegur, conocido como el 'Oso', golpeaba y pateaba a un hombre mientras otros tres compañeros suyos no hacían nada por evitarlo.
Ninguno de los agentes que aparecían en este vídeo siguen trabajando en el sector de la seguridad. Meses después de que sucedieran los hechos, Prosegur decidió despedirlos alegando "bajo rendimiento" y los que encontraron trabajo en otras empresas del sector han sido despedidos tras la difusión de la grabación.
Sin embargo, la noche en la que sucedió la agresión, en marzo de 2007, en la estación de Oporto, tal y como adelantó ADN.es, había un quinto vigilante presenciando lo que ocurría, B.D.M, la persona que grababa la actuación de sus compañeros con su teléfono móvil y a quienes todos señalan como el responsable de hacer que la misma comenzara a circular entre otros vigilantes.
El hecho de que su imagen no hubiera aparecido en ningún momento en la grabación había permitido a B.D.M seguir desarrollando su trabajo como vigilante sin ningún tipo de problema. Hasta este mismo viernes trabajaba para la empresa de seguridad CASESA, aunque no estaba destinado en Metro de Madrid.
Identificación y despido inmediato
Fernando Rodríguez, directivo de CASESA, había confirmado a este medio que B.D.M, formaba parte de la plantilla de la empresa, indicando que desconocía que este trabajador tuviera implicación alguna en las agresiones a usuarios que se habían difundido.
Horas más tarde, Rodríguez anunciaba a ADN.es que había ordenado el despido del trabajador, tras comprobar que éste había sido citado a declarar por la policía en relación con la agresión de Oporto y que, efectivamente, todo hace pensar que es el autor de la grabación.
En dos de los vídeos que han llegado a los medios de comunicación han sido tres los vigilantes de Casesa que se han visto involucrados en agresiones. Rodríguez dice que estos trabajadores fueron despedidos, antes de que se hicieran públicas las grabaciones, en los meses de marzo, octubre y diciembre de 2007, debido a "su comportamiento violento".
Las razones por las que B.D.M registró la agresión sigue siendo un misterio. Dos de los vigilantes que salen en el vídeo afirman desconocerlo y uno de ellos asegura que, incluso, pidió a su compañero que dejara de tomar imágenes mientras que se producían lo hechos.