La huelga en el Registro Civil genera colas interminables y quejas de los usuarios
José Hermel Rojas y Ofelia de Jesús Guartatanga, ambos de origen ecuatoriano, llevaban esperando casi un año para casarse. Ayer lo consiguieron. Pero en el Registro Civil no hubo invitados. Ni anillos. Tampoco pudieron celebrarlo. Todo por la huelga de funcionarios y jueces que ayer congeló la justicia madrileña. "Teníamos fecha para hoy [por ayer], pero el lunes vinimos al Registro Civil a preguntar si habría algún problema por la huelga. No nos dejaron ni pasar y tampoco nos informaron de nada", explicaba ayer Ofelia. Pensaron que no les casarían y llamaron a los invitados, al pastor evangélico que iba a casarles después y también al salón de bodas. Lo anularon todo.
Esta mañana hemos venido pensando que tendríamos que pedir otra fecha", relataba José. Pese a la faena, aún eran capaces de sonreír: al fin y al cabo pudieron casarse. Sólo estuvieron presentes dos testigos, que incluso tuvieron que prestarles sus anillos. "Al menos nos pusimos los trajes por si acaso", bromeaba la pareja.
La huelga de la Justicia afectó ayer a miles de personas en el Registro Civil. Centenares de ellas esperaban a primera hora de la mañana la apertura de las puertas. "Hay gente aquí desde las cuatro de la mañana", explicaba a mediodía un trabajador. La mayoría, sin embargo, tuvieron que volverse a casa con las manos vacías. El Registro abrió una hora más tarde de lo previsto, ya que los vigilantes de seguridad se negaron a hacerlo hasta que no contaron con el apoyo de agentes del Cuerpo Nacional de Policía. Hubo momentos de tensión, sobre todo cuando un grupo de personas trató de impedir la salida de un vehículo del aparcamiento del edificio.
Una de las que esperó durante horas para nada fue Leticia. Su hijo Ramón nació el fin de semana. Tanto ella como su marido han intentado registrar a su pequeño desde el lunes, pero ha sido imposible. "Hoy no han dejado pasar a nadie. El lunes y el martes al menos dieron algunos números", explicaba Leticia, visiblemente alterada. Necesita inscribir a su hijo para obtener el libro de familia o la tarjeta sanitaria. "Me han dicho en el hospital que lo necesitan para hacerle la prueba del talón", añadía. Ramón sigue mientras en una especie de limbo administrativo.
El caso de Miguel no era tan dramático. Su bebé, que se llamará como él, nació el martes. Ayer se acercó al Registro Civil. "He pedido día libre en el trabajo. Tengo una mujer que acaba de dar a luz y dos niños más de tres años. Pero me dicen que, o me vengo de madrugada a hacer cola, o tendré que esperar a que pase la huelga", se quejaba frente a las puertas de salida.
La huelga de funcionarios que se inició el pasado lunes ha reducido considerablemente el número de inscripciones de recién nacidos. Ayer se sumaron al paro los jueces y el registro de recién nacidos directamente quedó paralizado. "Sólo se inscriben niños que estén al límite del plazo de registro, que es de 30 días", precisaron los trabajadores de la sede judicial.
Pero no sólo las bodas y las inscripciones de recién nacidos se vieron afectadas. Julián necesitaba un certificado de nacimiento. "¿De qué año es?", le preguntaron los miembros de seguridad del edificio, que desde el lunes son los encargados de informar a los ciudadanos. "Del año 1942", respondió el hombre. No había nada que hacer: "Imposible, sólo se dan desde el año 2001, que es lo que tenemos informatizado", fue la contestación. "Desesperante", soltó Julián.
También sufren los rigores del paro los extranjeros. Xiomara, una ecuatoriana de 29 años, se marchaba apresuradamente y mascullando entre dientes del Registro Civil. "He venido a presentar unos papeles de la nacionalidad de mi pareja, pero no los cogen hoy. El plazo se me acaba la semana que viene... Y no puedo estar viniendo todos los días, porque yo trabajo", denunció la mujer.
"Esto va a repetirse cada día. Y cuanto más tiempo pase más problemas. Cuando acabe la huelga y venga todo el mundo a mogollón a ver qué pasa", reflexionaba uno de los miembros de seguridad del Registro Civil.
"Ha hecho huelga el 80% de los trabajadores. Prácticamente sólo se han quedado los interinos, que están en una situación laboral precaria", señaló Juan Manuel Maratón, uno de los trabajadores de los servicios mínimos.
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