EL DÍA, S/C de Tenerife
La Audiencia Provincial tinerfeña suspendió ayer la vista oral
contra siete hombres acusados de un presunto delito contra la salud
pública cometido la noche del 23 de marzo de 2005, en los aparcamientos
y en el interior de la sala de fiestas Tropicana, en Costa Adeje, donde
fueron intervenidas 146 pastillas de éxtasis y 80 bolsitas de cocaína.
Con la venta de la droga intervenida por funcionarios del CNP de la
Comisaría de Playa de las Américas el beneficio ascendería a 1.446
euros por el éxtasis y 1.864 euros con la cocaína. El Ministerio Fiscal
solicita para los procesados, de los que sólo dos están en prisión,
entre 10 y 11 años de cárcel y una multa de 9.000 euros al
considerarlos autores de un presunto delito de tráfico de drogas,
concretamente cocaína y éxtasis.
En el texto de acusación se dice que "el día 23 de marzo, el súbdito
argelino K.B. en colaboración con un súbdito de Rumanía, así como
C.N.C. y M.A.D., los tres empleados de la citada sala de fiestas donde
realizaban sus funciones como personal de seguridad, aprovecharon tal
situación para dedicarse a intermediar y vender sustancias
estupefacientes a los consumidores que accedían al local como clientes
del espectáculo programado".
Para llevar a cabo las supuestas ventas, "contaban a sus órdenes con
una serie de personas a quienes proporcionaban las sustancias para que,
tras facilitarles la entrada en el local, fueran ellas mismas las que
vendieran los estupefacientes a los clientes". El día de los hechos,
K.B. y C.N.C. llegaron a los aparcamientos del local a bordo de un
vehículo y contactaron con M.A.D., el cual les facilitó las llaves de
su coche, en cuyo interior había un bote con 146 pastillas de éxtasis.
Sobre las 22:30, llegaron al lugar P.J.L.M., J.D., S.B. y C T., todos
ellos de nacionalidad británica. Asimismo, el procesado K.B. se metió
en un tercer coche y les entregó a tres súbditos británicos diversas
bolsitas de cocaína que escondieron entre sus ropas.
Durante la prueba testifical de los funcionarios del CNP, uno de
ellos manifestó que "desde donde nosotros estábamos colocados
-refiriéndose a los aparcamientos anexos a la sala de fiestas- veíamos
perfectamente que dentro del vehículo se estaba realizando una entrega
de algo a tres de los acusados". Un segundo policía manifestó que
"entramos junto a los acusados y no se les cacheó ni pidió entrada.
Realizamos el registro en los baños y les encontramos la sustancia".
Otro de los testigos manifestó que "yo conocía a los tres porteros
de haber trabajado con ellos y como había una fiesta en la sala se nos
contrató como apoyo a la seguridad con la que ya contaba la sala como
refuerzos. Esa noche había unos 200 vehículos en los aparcamientos
porque se había organizado una fiesta".
Algunas defensas protestaron porque consideraron que no se podía
aportar nada nuevo con la declaración de un agente que no compareció
ayer.
http://www.eldia.es/2008-06-17/sucesos/sucesos6.htm