http://www.abcdesevilla.es/20090219/sevilla-actualidad/menor-detenido-volvio-ayer-200902182341.html
A primera hora de la mañana de hoy está previsto que sea puesto a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 Francisco Javier D., el último de los detenidos hasta ahora por la muerte de Marta del Castillo, cuyo cadáver sigue sin aparecer pese a las intensas labores de búsqueda desplegadas en el río, donde los implicados en el crimen aseguran que lo arrojaron.
Francisco Javier, ha admitido que estaba en el piso cuando su hermano Miguel golpeó mortalmente a Marta, aunque niega que tuviera participación ni en la limpieza del piso ni en el posterior traslado del cadáver. Los investigadores, por su parte, destacan la frialdad del detenido —que es vigilante de seguridad— ha demostrado desde que fue detenido el pasado martes por la mañana, y sostienen que intervino en ambas acciones, e incluso sospechan que se desplazó con los demás en el coche de la madre del menor de edad detenido hasta el lugar donde se deshicieron del cadáver.
Ayer fue precisamente el menor de edad, J.G., quien compareció ante el juez instructor de la causa, que lo citó en calidad de testigo respecto a lo hechos y no como imputado, ya que ese testimonio le corresponde tomarlo al juez de menores encargado de su caso.
El joven llegó al edificio de los Juzgados minutos después de las nueve de la mañana y comenzó a declarar a partir de las diez y media. La comparecencia del menor obligó a que el Juzgado suspendiera los quince juicios de faltas que ayer tenía señalados, para lo que emitió un auto en el que señalaba que las vistas quedaban suspendidas al tenerse que realizar pruebas inaplazables ya que afectaban a personas que en ese momento estaban privadas de libertad, en referencia a los cuatro detenidos por la muerte de Marta.
Tras tomarle declaración, el juez ordenó el traslado del detenido hasta la vivienda de la calle León XIII, donde ocurrió el crimen, para paticipar en una nueva diligencia de reconstrucción de hechos.
De este modo, la calle León XIII volvió a convertirse en el escenario de nuevas diligencias para esclarecer los términos de la muerte de Marta. Poco después de las dos de la tarde, mientras el joven era trasladado desde los Juzgados, la Unidad de Intervención Policial montó un cordón que acotó León XIII desde las calles Manzana-Jorge de Montemayor, a la segunda Ronda. Se trataba con esa medida de salvarguardar la integridad y la imagen de J. G..
Un coche rojo llegó a la casa de Miguel y Javier a las 14,40 horas. De él se bajaron un par de agentes y un joven con la cabeza gacha, semi cubierta con la capucha del chaquetón blanco con listas naranjas que llevaba y que resaltaba con el pantalón verde cacería que cubría sus piernas. Apenas veinte minutos después, otro vehículo, en esta ocasión de color oscuro, lo recogía del mismo portal abandonando León XIII.
Sin embargo, el cordón policial no se levantó de inmediato. Dentro del domicilio de Miguel C., el amigo de Marta que ha confesado ser quien la mató, permanecían la comisión judicial que salió de la vivienda pasadas las 15.30 en dos vehículos. A diferencia de lo que ocurrió el martes, nadie salió por el portal con bolsas ni maletas. En una de las ventanas bajas de la vivienda del autor confeso apareció una pancarta en la que se pedía que Marta no se quedara para siempre en una foto en un cartel. Junto a ese pasquín, otro, escrito a mano, deseaba la «muerte más mala» y «la peor de las agonías» para «el perro» que ha confesado haber matado a Marta.
Fuera del cordón policial la cantidad de vecinos que se agolparon no eran tan numerosos como el martes. Tampoco se registraron altercados aunque sí volvieron a oírse insultos en esta ocasión dirigidos al, hasta ahora, único menor implicado en el caso.