Unos 400 profesionales de Eivissa están llamados a una concentración el día 24. Los sindicatos piden paralizar «el recorte de derechos» que pretende la patronal

EIVISSA | N. G. G. Entre 350 y 400 trabajadores del sector de la seguridad privada en Eivissa están llamados a una concentración que se celebrará el próximo día 24 a las 16 horas en el paseo Vara de Rey de Vila por la ruptura de las negociaciones del convenio colectivo. Según los sindicatos, la patronal quiere un acuerdo «de mala fe» que pretende «recortar derechos» ya logrados en 2004. «Tiene una postura prepotente», destacó ayer el representante de USO José Manuel Bermúdez en una rueda de prensa en la que también participaron UGT, CCOO y CSI-CSIF.

Bermúdez explicó que los sindicatos solicitan, entre otras medidas, una subida salarial del dos por ciento más el IPC -o como mínimo incrementar el sueldo según este índice- y, sobre todo, una dignificación de la profesión porque «no se está cumpliendo la ley de seguridad privada como se debería».

En este sentido, concretó la existencia de un alto grado de intrusismo laboral de personas -en temporada podrían ser 300 ó 400- que se dedican a labores de escoltas, porteros de discotecas o auxiliares de servicios (conserjes). «Hacen ilegalmente el trabajo que corresponde a la seguridad privada», subrayó el sindicalista, quien añadió que esta situación se da incluso «en el aeropuerto». Bermúdez invitó a la ciudadanía a trasladarles estas situaciones para que ellos las denuncien. «Tenemos interpuestas varias denuncias en materia de prevención de riesgos laborales y ante la inspección de trabajo», aseguró.

Frente a las reivindicaciones y demandas de los sindicatos, denuncian que la patronal pretende congelar el sueldo de los trabajadores durante los próximos cuatro años, recortarles la antigüedad y eliminar la descripción de sus funciones del convenio. De aprobarse este acuerdo, los vigilantes «acabarían probablemente barriendo sus centros de trabajo» porque ni siquiera podrían escudarse en cuáles son sus funciones, añadió. «Esto es una vuelta de tuerca más. Quieren imponer su propio criterio», sostuvo José Javier Fernández, de CSI-CSIF. «Éste es el reflejo de lo que la gran patronal quiere que sea la negociación colectiva de este año», añadió Diego Ruiz, de UGT.

Según los sindicalistas, pese a la crisis, el sector de la seguridad tiene beneficios porque en estas épocas se contrata más vigilancia. Ejemplo de ello es el incremento de las alarmas instaladas en viviendas. «Los servicios nos constan que los están cobrando más caros», añadió Felipe Zarco, de CCOO.

Del mismo modo, criticaron que, en el caso de organismos oficiales, cuando las empresas van a concurso lo hacen con precios muy bajos y después ese dinero que falta se quita a los vigilantes que tienen un sueldo de «unos mil euros» y cobraban las horas a «siete euros».

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