La Policía abre expediente a 162 propietarios de bares y realiza 433 decomisos.En las visitas se interceptaron 51 armas, sobre todo, en la zona de Tenor Fleta.
09/03/2009 CELIA SORIA
La campaña de inspecciones a bares de copas impulsada por la Policía Nacional en Zaragoza se ha saldado con 379 denuncias a personas por tenencia y consumo de drogas, además de la apertura de expedientes a 162 propietarios de establecimientos. Las intervenciones se realizaron entre los meses de abril y diciembre del pasado año, dentro del programa de cumplimiento de la Ley de Seguridad Ciudadana impulsado por el Ministerio de Interior, y han puesto en evidencia la falta de control existente en este tipo de locales de ocio nocturno.
Según datos de la Subdelegación del Gobierno en Zaragoza, en los nueve meses que ha durado la campaña, se han realizado 433 decomisos. Fundamentalmente, de hachís, pero le seguían en importancia la marihuana y la cocaína.
En total, se han realizado 304 inspecciones. A raíz de estas intervenciones, se realizaron 337 actas: 208 han sido por asuntos relacionados con las drogas, 51 se han debido a la tenencia de armas y otras 78 tienen su origen en el consumo de bebidas alcohólicas por parte de menores de edad.
Fuentes de la Subdelegación del Gobierno, explicaron que hay más actas que inspecciones debido a que, al margen de los expedientes abiertos a cada uno de los locales visitados, se abrieron también causas a particulares que en el momento de la visita de los agentes estaban infringiendo alguno de los puntos contemplados en la Ley de Seguridad Ciudadana.
Las inspecciones se realizaron por toda la ciudad de Zaragoza, aunque se incidió especialmente en los establecimientos localizados en el Centro, en el sector de Cesáreo Alierta, el camino de las Torres, Tenor Fleta y el Casco Histórico de la ciudad.
En lo que respecta a las armas interceptadas (desde navajas hasta pistolas), el mayor número se encontró en las zonas comprendidas entre el camino de las Torres y Tenor Fleta.
Lo que han hecho los agentes de la Policía Nacional vinculados a esta campaña ha sido obtener información e impulsar una propuesta de sanción para cada uno de ellos, que posteriormente podrán o no ejecutarse en función de lo que dictaminen los organismos competentes.
"Esta campaña de abril a diciembre fue muy intensa, pero la vigilancia es permanente porque hay un plan impulsado por el Ministerio de Interior para controlar las zonas de ocio nocturno", explicaron desde la Subdelegación del Gobierno.
CONSECUENCIA DIRECTA De hecho, esta campaña ha permitido recabar información suficiente como para impulsar dos expedientes de cierre de locales polémicos. Se trata del bar Conde Aranda, 27, ubicado en la misma dirección, y el bar Criolla, en la calle Lastanosa. La clausura provisional del primero, regentado por ciudadanos de origen chino, tendrá una vigencia de cuatro meses, mientras que la del segundo será por tres. En ambos casos, la actividad comercial de estos establecimientos ya había dado origen a numerosas quejas vecinales, incluso en las juntas de distrito respectivas.
En la campaña han participado dos unidades de la Policía Nacional: la Unidad de Seguridad Privada y la de Seguridad Ciudadana. Posteriormente, en el mes de diciembre, a las inspecciones organizadas de la Policía se sumó personal de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social de Aragón, puesto que se quiso aprovechar las visitas oficiales a los pubs y discotecas para intentar regular el sistema de contratación de porteros y camareros nocturnos. Al ser este un sector poco controlado desde el punto de vista de la legislación laboral, se dio luz verde a la colaboración de los dos departamentos (Policía e Inspección de Trabajo) para realizar una campaña más a fondo.
Aunque desde el punto de vista de la seguridad ciudadana, el programa se da por cerrado, la campaña de Trabajo sigue adelante.
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