Bueno es evidente que la sociedad cambia con el tiempo, para unas cosas a mejor y para otras a peor, tampoco es deseable volver a una enseñanza de "la letra con sangre entra", pero tratando de corregir los excesos de un sistema tan rígido y autoritario hemos llegado por la ley del péndulo a legislar hasta el absurdo de manera que nos situamos en el extremo contrario.
Las soluciones que servían hace 20 o 30 años no sirven hoy, no podemos seleccionar solo lo que nos interesa del cambio social, hemos sustituido una sociedad autoritaria por otra de libertades, pero por desgracia en el paquete van incluidas unas cuantas perversiones de la libertad mal digerida.
Por esto hoy tenemos que utilizar herramientas que no se necesitaban hace unos años, para intentar centrar el péndulo sin empujarlo de nuevo al extremo del autoritarismo dictatorial.
Creo que nos tomamos esto del "concepto de autoridad" con mas tremendismo de lo que supone en realidad, en seguida lo asimilamos a convertir a los maestros (y si a eso vamos a los vigilantes) en Guardia Civiles de los de antes, con tricornio y bigotes, cuando no es mas que un reforzamiento provisional de la protección jurídica otorgada a diferencia de la policía por un tiempo limitado, mientras se realiza una tarea concreta, no supone ninguna diferencia el 99% del tiempo, pero si puede a largo plazo reforzar nuestra imagen y lograr que dejemos de ser el blanco preferido de borrachos y camorristas que tienen bien aprendido que "tu no eres policia" en nuestro caso y de acosadores, delincuentes juveniles, aprendices de matones y sus progenitores en el caso de los maestros.
Ni nos autoriza a excedernos para avasallar a la ciudadanía, ni creo que la responsabilidad por gozar de ella nos aplaste, ni a los maestros ni a nosotros, pero puede sernos una herramienta muy útil si se sabe emplear, como todas las herramientas.