http://www.elpais.com/articulo/madrid/vida/Jose/Luis/cayo/picado/elpepuespmad/20090326elpmad_7/Tes
El amigo, que no quiere identificarse, recordaba cómo la vida de José Luis había cambiado: "En tres años lo dejó la esposa, se le murieron el hermano y el padre, y su negocio de quiromasajes quebró". Cuenta que notó cómo perdió el norte: "Comenzó a juntarse con los camellos del barrio, se iba de copas con los yonquis. Tenía una depresión grave".
No todos conocían ayer, en el edificio de la calle de Castilla número 8, que su vecino es el hombre que acabó con la vida del dominicano Luis Carlos Polanco el pasado viernes por la noche. "Me has dejado fría. Si era un buen chaval, no era violento", afirmaba sorprendida una vecina. José Luis, de 38 años, vivía en el edificio desde 2004. Llegó allí tras separarse de su mujer, quien se quedó con la custodia de su hijo de 12 años. "En ocasiones, el niño lo visitaba el fin de semana", recuerda su vecina.
El detenido pasó ayer por el Juzgado de Instrucción número 11, donde prestó declaración. Aseguró que había ido al barrio (la zona de Tetuán) a buscar droga. Agregó que disparó contra Luis Carlos porque escuchó un ruido a sus espaldas. El juez ratificó la prisión preventiva sin fianza.
Ramón Fernández de Mera, defensor del presunto homicida, afirmó que su cliente padece "esquizofrenia paranoide. La situación mental ha sido documentada por un médico y será presentada como parte de la defensa ante el juez", afirmó. Según el abogado, desde hace 10 años sufría este trastorno y en ese tiempo había tenido varias etapas de depresión.
Sin embargo, el 30 de abril de 2008, José Luis aprobó las pruebas de selección para ser vigilante de seguridad y escolta. Uno de los requisitos para superar la prueba es que el aspirante debe "poseer la aptitud física y la capacidad psíquica necesarias para el ejercicio de las funciones de vigilante de seguridad sin padecer enfermedad que impida el ejercicio de las mismas". Fuentes del Ministerio del Interior explicaron que las pruebas de aptitud psicofísica son realizadas en centros concertados, que debe comprobar que la persona no tiene trastornos mentales y de conducta.
Otro dato: cuando fue detenido, José Luis tenía en su poder, aparte de los carnés que lo acreditaban como vigilante y escolta, un permiso tipo F para armas de tiro olímpico.