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Tras las agresiones sufridas por una enfermera y una auxiliar administrativa, el pasado 20 de marzo en el Centro de Salud de Villafranca de los Caballeros (Toledo), pero dependiente de la Gerencia de Atención Primaria de Alcázar de San Juan, la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSI·F) ha solicitado, una vez más, las medidas de protección necesarias para los trabajadores, como son alarmas, vigilantes de seguridad, y comunicación directa con las fuerzas de seguridad del Estado, así como más medios de prevención de nuevos incidentes, explican en nota de prensa.
CSI·F lleva años solicitado el incremento de los medios de seguridad en todos los centros sanitarios de Castilla-La Mancha, tras la agresión física producida hace ya tres años a un médico en Socuéllamos y ante el sentimiento de desprotección que sienten muchos trabajadores sanitarios.
La Gerencia de Atención Primaria de Alcázar de San Juan, que activó el Plan Perseo existente para incidentes, como el ocurrido en Villafranca, ya ha comenzado la instalación de alarmas y de cámaras en los diferentes centros de salud, instalación prevista desde hace tiempo pero que ha comenzando ahora.

Vigilantes de seguridad
CSI·F cree que además de las alarmas, sería de mucha más utilidad la existencia de vigilantes de seguridad en los centros de salud, así como la instalación de pantallas separadoras en los mostradores de recepción de personas, pantallas que servirían también para resguardar mejor toda la documentación, confidencial mucha de ellas, sobre los pacientes que acuden a los centros sanitarios.