Desde el domingo 1.500 personas se encargan de guardar las entradas a los locales de ocio de la comunidad. La media no llega ni a uno por local y la preocupación se extiende en el ambiente nocturno. Muchos de quienes vivían de ello han tendido que dejar sus trabajos y a los empresarios les preocupa la inseguridad creada al haberse visto limitado el número de efectivos con los que pueden contar.
M. P. H llevaba media vida cubriendo la puerta de un bar de copas madrileño y quería seguir con su labor. Se presentó a las pruebas convocadas por la Comunidad de Madrid y aprobó, pero un control de alcoholemia en el que hace unos meses dio positivo acaba de apartarle de su fuente de ingresos. Es una de las 98 personas con amplia experiencia cubriendo puertas que han superado el test y que desde el domingo no puede ejercer como portero por constar antecedentes penales en su expediente.
Junto a ellas, otras 1.121 han tenido que abandonar su oficio por no haber aprobado el ‘examen’ ya que, de seguir en sus puestos, sus jefes se arriesgan a multas de hasta 30.000 euros con posibilidad de cierre de local.
Unos y otros critican medida adoptada “en tiempo record” por la Comunidad de Madrid con el fin de aliviar la alarma social que se extendió en la sociedad tras el homicidio del joven Álvaro Ussía en la discoteca El Balcón de Rosales en la madrugada del 15 de noviembre de 2008.
Sólo cinco días después de su violenta muerte, que provocó multitud de manifestaciones y una gran conmoción social, se aprobó el decreto de regulación de la actividad de los porteros, vigente en la práctica desde el Domingo de Ramos, y de los 2.529 que se presentaron a las pruebas obligatorias, sólo 1.508 pueden ejercer legalmente. Muy pocos teniendo en cuenta la afluencia nocturna a los locales de ocio.
Los empresarios cifran en unos 2.000 el número de locales abiertos en la actualidad y, aseguran que “de las 600.000-700.000 personas que salen de noche en la comunidad, el 2% son conflictivos; unas 20.000 personas, por lo que se requiere una media de 3 porteros por local y, teniendo en cuenta los conciertos etc, la cifra necesaria para garantizar la seguridad asciende a unos 8.000-10.000. Esto tiene que arreglarse ya” reivindican.
Según han contado a El Confidencial desde la Asociación de Empresarios de Salas de Fiesta, Discotecas y Variedades de la Comunidad de Madrid (ASFYDIS), “hay que echar a 800 personas a la calle. La inmensa mayoría de porteros trabaja muy bien y no entendemos estos despidos improcedentes. Cuando salió el decreto recurrimos la orden y el 5 de marzo el Tribunal Superior de Justicia de Madrid admitió el recurso”, añaden.
Segunda oportunidad
De momento y hasta el próximo 13 de junio, fecha de la segunda convocatoria de exámenes, todos ellos están ‘despedidos’, pero ninguno ha acudido a reclamar sus derechos. Desde UGT afirman que “dudamos de que los porteros tengan una relación laboral legalizada. En caso de ser clara, se regirían por el convenio de hostelería pero la mayoría trabaja por horas, sin derecho a la Seguridad Social y a modo de segundo empleo”. Aun así, “el tema de los despidos es una barbaridad”.
El responsable de seguridad de la UGT Rafael Saldaña ha contado a este medio que “cuestionamos el tema de habilitar al personal porque la regulación de la Comunidad de Madrid es improcedente”. Según Saldaña, “esta nueva normativa no corresponde y choca con la estatal sobre seguridad privada, ya que la preparación que se les exige es la misma. Para esta habilitación en tiempo record no se han homologado cursos específicos que sí existen para la seguridad privada, y, aunque se les habilite, no hay ninguna unidad específica que vigile el control de los mismos. En la seguridad privada se les exige una formación inicial y constante y se rigen por las normas laborales básicas y tienen una póliza de protección, no así como los porteros”.
Hasta mediados de junio, las puertas de los locales de ocio madrileños estarán más vacías de lo habitual y los empresarios están “muy preocupados” por la situación. Reiteran que “son muy pocos los que podemos contratar sin arriesgarnos a las multas y necesitamos contar con ellos, porque excepto alguna excepción, su trabajo es impecable y nos asegura que no haya peleas, ahora que el ocio nocturno está tan estropeado”. Los empresarios recuerdan que “gracias a ellos, se evitan muchas tragedias”. ¿Dónde está entonces la solución? Según la UGT, en que “la Comunidad de Madrid reconozca que las empresas de seguridad son las que tienen que hacerse cargo de los conflictos que se den estos locales”.
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