http://www.lasprovincias.es/valencia/20090411/sucesos/ocultan-comida-carros-bebe-20090411.html
Carros de bebé, bolsos de mujer, ropa ancha, plumíferos o bolsas preparadas para eludir sistemas electrónicos de detección de robos. Son sólo algunos de los elementos y métodos utilizados por los ladrones de comida en el momento más delicado de sus hurtos: la hora de pasar por caja.
El aspecto del cliente es, ya de por sí, una pista. "A aquellas personas más desaliñadas se les pide que enseñen su mochila por si ocultan alimentos, o les hacemos un seguimiento discreto dentro del supermercado", explicó un vigilante.
Sin embargo, también hay ladrones que visten de forma impecable y no aparentan lo que realmente son. "Te sorprendes al ver a personas con aspecto elegante, hasta con traje y corbata, a las que las cámaras de seguridad captan robando", confesó un vigilante.
El cierre y el cambio de turno
Según explicó el responsable de seguridad de una cadena de supermercados de Valencia, los momentos del día en los que se producen más hurtos son "las horas de cierre, entre las siete de la tarde y las nueve y media, y también al mediodía".
"Muchos ladrones de comida piensan que es más fácil actuar a la hora del relevo de turnos en la caja. Se creen que los trabajadores están menos pendientes en ese momento, pero no es así", indicó el experto en seguridad.
Los supermercados de Valencia en los que más alimentos se hurta "coinciden siempre con las áreas urbanas más desfavorecidas, como el Marítimo, Torrefiel y otros puntos de las afueras". Algunas cadenas de alimentación contratan vigilantes sólo en algunas de sus tiendas, aquellas en las que, a tenor de las cifras, el azote de los hurtos es mayor.