http://www.abc.es/20090414/madrid-madrid/policias-soldados-agentes-privados-20090414.html


La seguridad de los Juegos Olímpicos, si se celebran en la capital de España, estará garantizada por la acción coordinada bajo un mando único de más de 72.000 personas, entre guardias civiles, policías nacionales y municipales, soldados y efectivos de empresas de seguridad privada. Madrid, dijo ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, es «una ciudad segura y que sabe organizar grandes eventos y hacer las cosas bien en ellos».
El Ministerio del Interior y el Ayuntamiento de la capital llevan más de un año trabajando en el diseño que se aplicará a los Juegos, y que será explicado de forma «rotunda y convincente», como dijo ayer el ministro Pérez Rubalcaba, a la comisión de evaluación del Comité Olímpico Internacional (COI), que vendrá a comienzos de mayo a visitar Madrid.
«Hay -aseguró Rubalcaba- un excelente plan de seguridad donde todos hemos volcado lo que sabemos de esto, que es mucho». De hecho, insistió, hasta «desde otros países nos reclaman para que les ayudemos a organizar estos dispositivos de seguridad en grandes eventos, como es el caso del próximo Mundial de Fútbol en Sudáfrica».
Colaboración
Entre los planes que adelantaron el ministro y el alcalde, están los de reunir una cifra de más de 72.000 personas que formarán parte del dispositivo de seguridad para los Juegos. Entre ellos, habría Guardia Civil, Cuerpo Nacional de Policía, agentes locales, miembros de empresas de seguridad privada, e incluso 6.000 integrantes de las Fuerzas Armadas, que se ocuparán de la vigilancia «en lugares estratégicos», avanzó Pérez Rubalcaba.
Desde hace un año, un grupo formado por representantes del Ministerio del Interior, el Ayuntamiento y la Oficina Olímpica madrileña han trabajado conjuntamente para elaborar el capítulo del dossier de la candidatura de Madrid 2016 dedicado a la seguridad. Este mismo grupo se encarga ahora de preparar cómo se explicará su contenido a la comisión de evaluación del COI, que está a punto de llegar a la capital para ver en directo el proyecto olímpico madrileño.
Varias cosas ya están claras: una, que habrá un mando único que coordine todas las fuerzas. Dos, que las sedes y subsedes olímpicas contarán con un plan preventivo para reforzar su seguridad.
El alcalde adelantó que piensa incrementar el número de agentes de la Policía Municipal, que ahora son 7.000 policías, hasta alcanzar los 10.000 en el año 2016.
Además, propone crear una red de oficinas móviles de Policía Municipal que atienda al ciudadano en diversos idiomas -ya existen 23 en los diferentes distritos de la capital-, y crear una oficina permanente de atención al ciudadano en todas las instalaciones olímpicas, desde las que se pueda resolver cualquier incidencia.
A menos de cinco minutos
Asegura el Gobierno municipal que todas las áreas olímpicas contarán con una instalación de seguridad o emergencias a menos de cinco minutos. Ruiz-Gallardón destacó que los Juegos «serán de Madrid pero también de España», y se congratuló de que el Gobierno Central los haya convertido en un proyecto nacional porque eso, dijo, «nos llena de posibilidades».
Por su parte, el ministro Pérez Rubalcaba destacó la probada experiencia de España en la organización de eventos internacionales: los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, la Expo de Sevilla, y más recientemente la Copa América 2007 y la Expo 2008 en Zaragoza. Los 72.000 hombres y mujeres que se encargarán de la seguridad, especificó ayer el ministro, están al margen del personal que se encargue de la sanidad o el tráfico.
Alfredo Pérez Rubalcaba insistió en la colaboración que «siempre ha primado entre organismos regionales y estatales» en materia de seguridad. Y el alcalde recordó que la seguridad «es esencial para una candidatura fiable». Nadie olvida en el Gobierno municipal cómo el príncipe Alberto de Mónaco echó un jarro de agua fría sobre las aspiraciones madrileñas en el año 2005 en Singapur al preguntar públicamente en la asamblea del COI sobre las actuaciones terroristas de ETA en la capital.