otegi ve difícil dialogar con un PSE coartado por el PP, pero apuesta por la negociación
El entorno violento planea intensificar sus ataques contra el TAV y presionar a los ediles de los municipios por los que pasa
DONOSTIA. Sin miedo a que sus palabras se vuelvan en su contra con un nuevo zarpazo terrorista, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, cuestionó ayer la capacidad de ETA para cumplir las amenazas vertidas en su último comunicado, en el que sitúa al futuro Ejecutivo de Patxi López como su "objetivo prioritario" y acusa a los socialistas de falta de "legitimidad democrática" para hacerse con la Lehendakaritza.
El titular de interior subrayó que las amenazas de ETA "cada vez se cumplen menos", aunque siguen suponiendo un "acicate" y un "aliciente" para el trabajo del Ministerio del Interior y les Fuerzas de Seguridad del Estado en su lucha contra la organización armada. Confesó además que las advertencias de ETA no le llaman "especialmente la atención", porque lleva "40 años amenazando".
Obviando el rechazo provocado por el comunicado emitido por ETA con motivo del Aberri Eguna, Arnaldo Otegi insistió ayer en que "el tema de la confrontación armada se tiene que resolver en una dinámica de proceso negociador" . Frente a las raciones de violencia que promete la organización armada, el dirigente de la izquierda abertzale abogó por reabrir las vías de debate, para lo que volvió a subrayar en RadioEuskadi que el colectivo al que representa "siempre está dispuesto al diálogo político y la negociación".
No caben, a su juicio, apelaciones de la izquierda abertzale a ETA para que cese la lucha armada, porque es "una estrategia que se ha demostrado ineficaz absolutamente". Aunque no dudó en hacerse "corresponsable" del fracaso del último proceso de diálogo, destacó la posibilidad de retomarlo en el mismo punto en el que quedó suspendido. A su juicio, tras las conversaciones de Loiola, "todas las piezas del puzzle están puestas encima de la mesa, y lo único que queda es ordenarlas".
Eso sí, opinó que el acuerdo recién sellado por los socialistas y el PP constituye una traba importante para volver sobre los pasos andados. Así, consideró que aunque el PSE "podría ser un agente eficaz e importante en la contribución del ordenamiento" de las famosas piezas del puzzle de Otegi, su alianza con un partido "que tiene como objetivo prioritario que no se vuelva a producir un proceso de esas características" no permitirá por ahora avances. Con todo, no enterró esta posibilidad. "Este país conocerá, sin duda, un proceso que al final alcance un acuerdo político. Nadie piensa en el Estado español que hay solución militar al problema vasco, que hay derrota policial y militar de ETA, que se puede mantener a un país amordazado", expuso.
TAV Mientras Otegi se aferra al posibilismo, ETA parece decidida a recrudecer la tensión social y política. Según informó ayer TVE , su entorno planea una campaña de acoso a los concejales y alcaldes de los municipios por los que pasará el TAV.
"En los pueblos el ambiente debe convertirse en insoportable para los responsables del proyecto, sobre todo concejales y alcaldes", afirma un documento interno. El llamamiento a realizar esta presión incluye a concejales del PNV. "Si hay alguien que puede parar el TAV, es el PNV", señala el documento.
El entorno de ETA parece decidido a hacer bandera de la lucha contra la Y vasca , a cuyas obras cree que "no va a ser muy difícil" acercarse para la posible comisión de sabotajes. "Cuando lleven unos cuantos kilómetros construidos tendremos más oportunidades", señalan. Eudel mostró su apoyo a los concejales amenazados y dijo que "no es admisible la presión y la coacción" a la que se les quiere someter por apoyar una obra que "cohesionará" el territorio vasco. >n.g./agencias
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