La videovigilancia es un fenómeno imparable. Con la excusa de la seguridad, comercios, bares o comunidades de propietarios encabezan la lista de sitios que instalan cámaras, muy por delante de empresas privadas e instituciones públicas. Las escuelas también se han apuntado a la moda.
La Agencia de Protección de Datos (AEPD), que presentó ayer una memoria con sus acciones durante 2008, ha observado que la instalación de videocámaras se ha duplicado respecto al año anterior. Si en 2007, se registraron 5.012 ficheros ante la agencia, el año pasado fueron 9.604. La legislación exige que instalación de cámaras por razones de seguridad sea comunicada a la agencia. Cada fichero puede incluir más de una cámara.
La memoria de la AEPD muestra la actitud contradictoria de los ciudadanos frente a las cámaras. Por un lado, el 73% de los españoles se muestra favorable a su instalación, según una reciente encuesta del CIS, en la creencia de que aportan más seguridad. Pero por otro, crecen las denuncias por su instalación. Las inspecciones de la agencia por este motivo ocupan el tercer lugar de los sectores investigados, tras las telecomunicaciones y las entidades financieras.
Al director de la AEPD, Artemi Rallo, le preocupa en especial la intrusión en la privacidad en el entorno laboral mediante cámaras de videovigilancia. "Deberían usar mecanismos menos intrusivos", dijo. Sin embargo, son las escuelas las que se están viendo invadidas de cámaras. La agencia ha comprobado que el registro de ficheros de este tipo ha crecido un 270% frente a 2007.
Quejas de bancos y telecos
Como en años anteriores, las entidades financieras y las compañías de telecomunicaciones encabezan la lista de las reclamaciones recibidas por el tratamiento que hacen de los datos personales. Son las mismas que ostentan el dudoso honor de ser los sectores más sancionados (190 expedientes sancionadores para los primeros y 111 para los segundos).
Rallo también reflexionó sobre el uso de los datos personales en la Red. Aunque los ciudadanos están cada vez más vigilantes y conscientes de sus derechos, "el conflicto entre privacidad e Internet no tiene, a día de hoy, una respuesta satisfactoria", explicó. Para él, es difícil lidiar con la velocidad del avance tecnológico. Este avance ha llevado a los archivos de la AEPD la cifra de 1.267.579 ficheros con datos de todos los ciudadanos