http://www.as.com/futbol/articulo/futbol-prensa-inglesa-habla-conspiracion/dasftb/20090508dasdaiftb_20/Tes
Cuatro penaltis (no concedidos) y un funeral". Un titular cinematográfico e ingenioso de un deprimido tabloide resume bien cómo se tomó Inglaterra el drama de Stamford Bridge. Fue un "asesinato en azul" apuntaba el Daily Express, otro indicador de que la temperatura del choque seguía siendo muy elevada ayer. Los medios ingleses repartían sus denuncias entre la teoría de la conspiración, sustentada en el presunto deseo de Michael Platini de que no se repitiese una final inglesa, y la condena al comportamiento de Ballack y Drogba con el árbitro Henning Ovebro. La persecución del alemán sobre el noruego fue comparada por The Sun con "una parodia de Benny Hill".
"El árbitro da más que suficiente munición a los teóricos de la conspiración", titula en The Times su artículo Tom Dickinson, quien habla de la "preocupante ineptitud" de Henning, que no señaló "al menos dos penaltis". También se pregunta si era idóneo "designar a un árbitro que ha pitado tan pocos partidos fuera de Noruega" y llega a la inquietante conclusión de que "algo está podrido en el cuartel general de la UEFA". Por último, recuerda que "no es un secreto que Platini está impaciente por parar el dominio de los clubes ingleses en la Champions" y que, "consciente o inconscientemente, Henning jugó a favor de su amo".
El artículo lo hubieran firmado los futbolistas del Chelsea. Bosingwa, en pleno calentón, le dijo a la RTP portuguesa: "No sé si Henning es un árbitro o un ladrón". Ayer, por el temor a una sanción, dio marcha atrás: "Lo retiro. Estaba disgustado y frustrado". John Terry pidió un castigo para el noruego: "Nos hicieron seis o siete penaltis y no se pitó ninguno. Eso es asombroso. ¿Por qué eligieron a un árbitro de tan poca experiencia? Él es el único que debe afrontar las consecuencias de su actuación", denuncia.
El vestuario hace una encendida defensa de Drogba, quien emitió un comunicado en la web del Chelsea en el que reconoce que su reacción fue "desproporcionada" y añade: "El lenguaje que usé no es un buen ejemplo para quienes veían el partido en casa y especialmente para los niños. Me arrepiento y pido disculpas".
El ex colegiado inglés Graham Poll admitió los errores de su compañero, pero calificó de inaceptable la actitud de Ballack y Drogba. Y también enfrió la teoría de la conspiración: "En mi carrera, nadie me sugirió nunca si debía ganar este o aquel". Sin embargo, Ian McGarry publica en The Sun un artículo titulado "¿Lava la UEFA el cerebro a los árbitros?", en el que recuerda que el español Medina Cantalejo mostró una tarjeta amarilla a Cole en el Chelsea-Liverpool "por una entrada inocua a Arbeloa" que le impidió jugar en el Camp Nou.
En la BBC, el presidente del sindicato inglés de jugadores, Gordon Taylor pide una sanción para Drogba. La cadena también revela que un portavoz de la UEFA se quejó de que los vigilantes de seguridad permitieran a los jugadores del Chelsea acorralar a Henning. The Guardian no se apunta a la teoría de la conspiración. Recuerda que Henning es un árbitro experto, con 22 partidos de Champions, 13 de UEFA y 14 de selecciones. Sin embargo, el 60% de los lectores de su edición digital creen que la UEFA sacó de pista al Chelsea deliberadamente. Este periódico, precisamente, recoge una dura respuesta de David Taylor, secretario general de la UEFA, a los que le acusan de conspirador: "Lo que ha salido es un montón de mier**. Eso me irrita. Si hay alguna conspiración es de los medios hacia la UEFA".
En la otra orilla del mar del Norte las cosas se ven de manera diferente. En el Dagbladet, el columnista Esthen O. Saether titula "Bien hecho, Ovebro" y dice de él que "es el tipo de árbitro que necesita este deporte". Sin embargo, otro rotativo, VG, recoge opiniones bien distintas de varios ex internacionales noruegos. "Decidió la semifinal a favor del Barça", dice Erik Soler. "Pasará tiempo hasta que pite otro partido de 100 libras en Europa. No señaló dos penaltis claros y pagará por ello", asegura el ex del Werder Braseth. Y Peter Schmeichel, leyenda de Dinamarca, concluye: "No sé por qué la UEFA puso un árbitro tan endeble para un partido tan importante".