López y Chaves cierran en Vitoria la transferencia que entrará en vigor en enero de 2010. El lehendakari confía en llegar a nuevos pactos en otras competencias pendientes
DV. El Gobierno Vasco tendrá en sus manos a partir del 1 de enero de 2010 los recursos económicos y humanos para diseñar y gestionar las políticas activas de empleo. Así lo recoge el acuerdo sellado ayer por el lehendakari Patxi López y el vicepresidente español Manuel Chaves. El palacio vitoriano de Ajuria Enea fue el escenario donde ambos mandatarios pactaron cerrar el traspaso de todos los servicios asociados a esta competencia antes de fin de año, el mismo día en que los sindicatos nacionalistas celebraban una huelga general. La transferencia llega tras años de discrepancias entre ambas instituciones, aunque la llegada de los socialistas al poder en Euskadi ha allanado el camino.
Pero todavía persisten discrepancias sobre la fórmula y cuantía de la financiación de la transferencia, que ambas administraciones tendrán que limar durante los próximos meses. Tal y como reconoció López, mantienen «pequeñas diferencias» en este terreno. «Soy optimista. Vamos a incluir esta competencia en la Ley de Presupuestos de Euskadi de 2010», aseguró sin embargo.
López y Chaves encabezaron sendas delegaciones de los gobiernos vasco y central integradas por los consejeros Rodolfo Ares, Isabel Celaá, Idoia Mendia, Iñaki Arriola y Gemma Zabaleta, y los secretarios de estado Octavio Granado (Seguridad Social), Juan Carlos Campo (Justicia), Gaspar Zarrías (Cooperación Territorial) y Maravillas Rojo (Empleo). Era el primer encuentro de alto nivel entre ambas instituciones tras el reciente nombramiento de López.
Normalizar relaciones
El objetivo de esta primera cumbre era analizar las competencias pendientes de transferencia y abrir un proceso formal de negociaciones, así como «normalizar» las relaciones entre Madrid y Vitoria como vía para conseguir acuerdos. También se buscaba ofrecer ante la ciudadanía una imagen de lealtad mutua y colaboración institucional en beneficio de los intereses generales. Los resultados de la reunión se miden más en expresión de buena voluntad y puesta en marcha de mesas de negociación sobre determinadas competencias que en compromisos concretos.
No obstante, el único compromiso cerrado y anunciado sí es de calado. Consiste en que el Gobierno de España transferirá antes de fin de año a Euskadi las políticas activas de empleo, que son un conjunto de medidas que tienen por objeto mejorar las posibilidades de acceso al empleo de los desempleados en el mercado de trabajo, la adaptación de la formación y recalificación para el empleo de los trabajadores y aquellas otras destinadas a fomentar el espíritu empresarial y la economía social.
Aún no se ha determinado la cuantía económica que podría suponer esta transferencia. Este aspecto ha sido uno de los principales factores que han impedido hasta el momento el traspaso de estas políticas, ya que el anterior Gobierno Vasco del PNV cifraba en 400 millones de euros y el Ejecutivo central, en 170 millones. «Es la primera reunión, no vamos a fijar ya ni cuánto ni cómo», se justificó el nuevo lehendakari.
López llevó a la reunión un listado de competencias pendientes de transferencia, según definió en su día el Parlamento Vasco. Citó que las prioridades son disponer de los instrumentos que facilitan las políticas activas de empleo, y la gestión de infraestructuras con las que generar puestos de trabajo como los trenes de cercanías de Renfe, entre otras.
El responsable del Gobierno Vasco reconoció que algunas transferencias tienen «mucha complejidad» y precisan de un largo proceso de negociación y maduración, mientras que otras como el profesorado de la asignatura de religión, la regulación de la seguridad privada o la convalidación de títulos no universitarios son más sencillas y deben ser acordadas sin problemas ni dilación.
Prisiones
Así, López anunció que se van a poner en marcha mesas o grupos sectoriales para negociar las competencias una vez consensuada la metodología de negociación. Ninguna tratará transferencias «complejas» como, por ejemplo, Instituciones Penitenciarias, largamente reclamada por los anteriores ejecutivos nacionalistas. «Sí hablaremos del personal que trabaja en las prisiones para, más adelante, poder hablar de la competencia en su totalidad», aclaró.
Chaves asintió ante la exposición del lehendakari y se limitó a subrayar que el Gobierno de España colaborará con el Gobierno Vasco teniendo como referencia el discurso de investidura de López y las resoluciones del Parlamento Vasco en materia de transferencias. «Pueden surgir discrepancias, pero lo importante es la lealtad», dijo el vicepresidente.
En la reunión estuvieron presentes proyectos como la construcción de nodos intermodales de transporte en las capitales vascas e Irun, o la descentralización de las convocatorias de ofertas públicas de empleo de la Administración de Justicia. También se anunció la puesta en marcha de la comisión para aplicar el acuerdo sobre la jubilación de los ertzainas.
El acuerdo fue observado con recelo por el PNV. El presidente de este partido, Iñigo Urkullu, expresó su desconfianza ante lo que puedan negociar y acordar López y Chaves. Urkullu mostró su preocupación, recordando que hasta ahora no ha visto en el Congreso compromisos por parte del PSOE y el PP para sacar adelante las propuestas aprobadas en el Parlamento Vasco sobre el blindaje del Concierto.
También criticó que el lehendakari haya hecho un planteamiento público instando al presidente Zapatero «a que negocie con el PNV, lo que da a entender que lo que vaya a negociar López será bajo la directrices del PSOE o el Gobierno español». Todo ello les lleva a «una desconfianza absoluta a que haya un cumplimiento en base a la letra y el espíritu del Estatuto de Autonomía».
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