R. D.
ROMA
«Tiene un amante. Se llama Alberto Orlandi. Es su guardaespaldas». Daniela Santachè, musa de La Destra, partido de nostálgicos del fascismo, no se ha quedado corta en el diario Libero, cercano a Berlusconi, al revelar la supuesta relación de la esposa del primer ministro, Veronica Lario, con un escolta personal. Este domingo declaró que había esperado a que fuese el mismo Berlusconi quien lo revelase, pero que al verle callado, lo soltaba ella.
No es la primera vez que se habla de esta supuesta relación y, en todas las ocasiones, no solo ha sido desmentida por el interesado sino por todos los colegas del policía privado y su misma familia. «Un teorema surrealista y obvio», ha respondido Orlandi.
La anécdota es la última batalla de la guerra que Berlusconi está librando desde que su esposa pidió el divorcio después de acusarle de tener relaciones con menores y de «no estar bien».
Contrataque
Algunos diarios italianos han relatado que en la residencia romana del primer ministro se ha montado una unidad de crisis para organizar la contraofensiva contra lo que Berlusconi califica de «calumnias». Pero la cuestión es que, desde abril, el político ha sido pillado en varias mentiras. Al decir que conocía desde hacía muchos años a los padres de Noemi Letizia, por lo que asistió a su cumpleaños, mientras que primero conoció a la joven, entonces menor, a quien llamó sin decirle quien era, y solo después a los padres. Gino Flaminio, novio de Noemi cuando Berlusconi entró en sus vidas, explicó a La Repubblica cómo fueron las cosas, a pesar de escribir asustado dos días después en otros dos diarios que «no pudiendo atacar al Hombre del Pueblo me han usado a mí». Los diarios berlusconianos acusaron a La Repubblica de haber pagado la entrevista, una acusación falsa, así como que el semanario L’Espresso ofreció dinero a una gogó que prometía revelaciones picantes sobre Berlusconi. Ha sido desafortunada, porque el encuentro fue grabado y se puede escuchar en el portal de la revista.
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