La Policía remite a Madrid el arsenal para analizar el funcionamiento de las armas y comprobar si alguna ha sido usada en algún hecho delictivo

P. CERRADA El vigilante de seguridad detenido con un arsenal de armas en su domicilio del barrio de Los Ángeles declaró tras ser arrestado que parte del armamento incautado lo tenía almacenado porque se lo regalaron poco a poco amigos militares de Alicante, según indicaron a este diario fuentes cercanas al caso. Sin embargo, la persona que más armas le facilitó ya ha fallecido, según les indicó a los investigadores de la Policía el acusado de vender armas a delincuentes.

Alguno de estos militares habría prestado servicio en un destino de Armamento, lo que explicaría que pudieran facilitar al vigilante el armamento militar incautado en su domicilio. El acusado tenía varios obuses y granadas de mano, así como algunos fusiles y subfusiles y abundante munición. Sin embargo, no se ha contabilizado cuántos de los 28.000 cartuchos aprehendidos son de procedencia militar. Los 28.000 cartuchos son de diferentes calibres y entre ellos hay munición para las armas militares intervenidas.

El arsenal de armas fue cargado ayer por la mañana en una furgoneta en la Comisaría Centro con el fin de trasladar el material a la Dirección General de la Policía en Madrid. Una vez esté en la capital española los especialistas deben analizar el estado real de las pistolas, escopetas, obuses, granadas y el resto de armamento intervenido. La Policía comprobará qué parte del arsenal estaba en disposición de ser utilizado y con las pistolas y escopetas que estén operativas se sabrá además si han sido empleadas en algún hecho delictivo que esté pendiente de ser esclarecido por las Fuerzas de Seguridad.

Lo que sí tiene claro la Policía es que los vecinos del inmueble donde residía el vigilante detenido estaban en un auténtico polvorín y si se hubiera declarado un incendio en la casa se habría producido una tragedia y el edificio habría saltado por los aires debido a la pólvora y munición almacenada por el ahora encarcelado.

La Policía Judicial continúa investigando las armas que ha podido adquirir el vigilante en subastas de la Guardia Civil, aunque todo apunta a que las compró con la licencia de tiro deportivo y con la de coleccionista de armas. Esta última, a diferencia del resto de licencias, no restringe el número de armas por titular y dice el reglamento que es ilimitado, ya que en teoría no se pueden usar al estar inutilizadas.

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