El proceso de cierres de oficinas llevado a cabo por los bancos españoles podría extender sus efectos en bolsa más allá del sector financiero. Los analistas señalan a Prosegur como posible damnificado, en especial si este repliegue en las sucursales se acelera.
La empresa cotizada de servicios de seguridad recobra protagonismo en los informes de las firmas de inversión, a raíz de una de las cuestiones de mayor actualidad en el ámbito financiero.
Los bancos y cajas españolas han anunciado la clausura de unas 1.500 sucursales, dentro de sus planes para reducir gastos, y los analistas de BPI ya han llamado la atención sobre su posible "impacto negativo" para Prosegur. "Este descenso en el número de oficinas del sector bancario está en marcha desde comienzos del año y representa una amenaza para las operaciones de Prosegur en España".
En principio, este impacto negativo estaría prácticamente descontado en las previsiones de negocio sobre la compañía de servicios de seguridad. Desde la firma portuguesa auguran un 3% de descenso en el volumen de negocio de Prosegur. El mayor riesgo, apuntan, sería que los bancos y cajas refuercen estas medidas de ahorro de costes.
"Una aceleración en el cierre de sucursales implicaría una mayor reducción en el volumen de negocio y unos resultados inferiores a los que barajamos en la actualidad". En este sentido añaden que el mercado español genera el 57% de los ingresos consolidados de Prosegur.
http://www.expansion.com/2009/06/12/inversion/1244802266.html