> A las 03.00 h a.m., suena el timbre de la casa; abre la puerta el dueño y al abrir se encuentra con un completo desconocido y borracho que le dice:
> -¿Señor, por favor, me haría el favor de empujarme un poco, que... ?
> El señor le interrumpe indignado:
> -Pero ¿cómo se atreve a llamar a mi puerta a las 3 de la madrugada? ! Yo a usted ni lo conozco y dentro de tres horas me tengo que levantar para ir a trabajar, deje de molestarme y váyase de mi casa!
> El borracho se disculpa y se va obediente y cabizbajo. El dueño regresa a su cuarto, muy molesto; se queda insomne y empieza a sentir un poco de remordimiento de conciencia y piensa:
> "¿Y si me hubiera pasado a mí? Si mi coche se quedara tirado de madrugada y nadie me ayudara a empujarlo? Debemos ayudar al prójimo... ¡sabe Dios lo lejos que estará de su casa...¡ Hay que ser solidario.
> Total, que decide salir a buscar al borracho. Abre la puerta y ya no hay nadie, no ve más que el parque de enfrente medio a oscuras, y decide gritar:
> - ¿Dónde está el que necesita que le empujeeeeeeee?
> Y en eso se oye a lo lejos la voz del borracho:
> - ¡Aquí... En los columpioooossss!