Las medidas de seguridad se completan con 40 botones antipánico, 183
interfonos desde los que se puede pedir ayuda y un total de 25 guardias
jurado
No todos los días hay agresiones contra el personal sanitario por parte
de los pacientes o sus familiares, pero los casos de violencia en los
centros de salud tampoco aparecen con cuentagotas. Es decir: no son
tantos como parece ni son tan pocos como algunos se empeñan en
demostrar. Lo que sí es cierto es que cuando se produce una agresión a
un sanitario, el caso alcanza gran dimensión pública, y es bueno que
así sea para que la sociedad tome nota de su importancia y para que se
pongan medidas disuasorias.
En Granada, diversos centros de atención primaria ya han adoptado
precauciones y de hecho han instalado cámaras de videovigilancia para
evitar más casos de agresiones.
A menudo se producen situaciones paradójicas. Por ejemplo, en el
último congreso de los médicos de familia andaluces hubo un taller
dedicado especialmente a la violencia en los centros sanitarios y a
mejorar el trato con los pacientes considerados agresivos. Dicho taller
estuvo dirigido por dos médicos del centro de salud de Cartuja, un
centro que ha dedicado muchas horas a este problema y que ha intentado
avanzar en sus soluciones. Pues bien, días después de este congreso, un
médico de este mismo centro de salud de Cartuja era agredido, insultado
y amenazado por un hombre y una mujer que se habían presentado en la
consulta una hora antes de la cita concertada y que sin embargo exigían
ser atendidos de inmediato.
En este caso, al menos, se celebró un juicio rápido, en el que el
juez condenó al agresor a un año de cárcel y a pagar una multa al
agredido.
Por citar sólo otro ejemplo, tiempo atrás, en el mismo centro de
Cartuja, tres mujeres y un hombre la emprendieron a patadas y puñetazos
contra una médica y una enfermera. Para deshacer la trifulca tuvo que
intervenir la Policía Nacional, que por cierto no lo tuvo nada fácil
para imponer la paz.
Se da la circunstancia de que estos mismos agresores habían lanzado
amenazas contra la misma doctora. Es decir, llovía sobre mojado.
Medidas
La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía ha adoptado
algunas medidas para intentar evitar que se produzca más violencia en
centros cuya vocación es aportar salud.
Así, la Junta tiene en estos momentos colocadas cámaras de
videovigilancia en cinco centros de salud de Granada. El criterio
seguido hasta ahora es el de ponerlas en los lugares que sufren una
mayor tasa de conflictividad y también en los que abren durante la
noche.
De tal modo, los centros de salud citados son los de Cartuja, la
Chana, Almanjáyar, Gran Capitán y Centro Periférico de Especialidades
de la avenida de América, conocido popularmente como el ambulatorio del
Zaidín.
Estos dos últimos tienen dispositivos de urgencias y ése es el
motivo por el que se han adoptado medidas precautorias: por su horario.
Según informó la Consejería de Salud, el distrito de Granada
capital piensa ampliar estas medidas de vigilancia a más centros de
salud, aunque seguramente no a la totalidad.
El sistema de videocámaras funciona también en los hospitales de Granada, agregaron las mismas fuentes.
De este modo, resumió la Consejería de Salud, en la provincia están
instaladas actualmente 70 videocámaras en el conjunto de centros
sanitarios.
Más medidas
Las fuentes consultadas indicaron que las medidas de seguridad
no se limitan a las citadas cámaras de videovigilancia, sino que además
incluyen cuarenta alarmas de las denominadas 'botones antipánico', es
decir, dispositivos para que el personal esté localizados en todo
momento dentro de las instalaciones y puedan solicitar ayuda a los
vigilantes de seguridad en caso de incidente.
Es decir, estos botones quedan fuera de la vista del público, de
modo que están camuflados en determinados puntos de las diferentes
salas. Cuando el sanitario en cuestión tiene un problema, puede
accionar el botón, que emite una señal de alarma que recibe la persona
encargada de la vigilancia. Con este método, el agresor no sabe que ha
sido activada la alarma, mientras el vigilante de seguridad conoce con
exactitud el lugar en el que se está produciendo la agresión o la
situación de riesgo.
Hay más medidas de seguridad en los centros sanitarios granadinos:
se han instalado 183 interfonos mediante los que se puede pedir apoyo
en caso de necesidad.
Y también, finalmente, en los centros de salud trabaja un total de
25 guardias jurados, que disuaden notablemente a los posibles agresores.
rafalopez@ideal.es
http://www.ideal.es/granada/20080804/granada/centros-salud-ponen-camaras-20080804.html