Los empleados de un banco de la capital fueron liberados ayer por la policía tras ser encerrados por unos ladrones en el cuarto de baño de la entidad, según confirmaron fuentes policiales.
El asalto se produjo sobre las dos de la tarde en la sucursal de Cajamar situada en el número 61 de la avenida de Carlos Haya. Los ladrones, dos hombres de mediana edad, irrumpieron en la oficina armados con pistolas. Según testigos presenciales, al menos uno de ellos iba disfrazado. «Llevaba ropa como la que usan los vigilantes de seguridad», afirmó uno de ellos.
Tras gritar el clásico «esto es un atraco», redujeron a dos empleados y a dos clientes y los encerraron en el cuarto de baño, indicaron fuentes de la entidad.
Pero algo les salió mal. Al parecer, los ladrones precipitaron su huida, probablemente, al ver que había gente fuera de la entidad llamando a la policía, y decidieron huir. Apenas se llevaron unas cuantas monedas que había en los mostradores, según un portavoz de Cajamar.
Un testigo de los hechos que pasó junto a la puerta del banco observó movimientos extraños y alertó al 091 de la Policía Nacional sobre lo que le pareció un atraco a mano armada. No se equivocaba. Le dio tiempo a ver cómo huían los ladrones. Minutos después llegaron llegaron los primeros coches patrulla.
Al ver que la puerta se había quedado bloqueada, los agentes tuvieron que avisar a Cajamar para que abrieran y así rescatar a las cuatro víctimas, que aún permanecían encerradas dentro del baño.
http://www.diariosur.es/20090708/malaga/asaltan-banco-dejan-encerradas-20090708.html