Mañana se cumple un año de la muerte del guarda de seguridad Jerónimo Luna quien, junto a su compañero D.C.P., fue tiroteado en El Viso del Alcor para robarles las sacas de dinero que portaban. Un año después sigue sin haber ningún detenido por el crimen. D.C.P. ya está de alta, tras recuperarse de sus graves heridas, pero no quiere hablar del terrible asunto.
Ocurrió el 15 de julio de 2008, cuando un atracador les salió al encuentro en la intimidad del acceso a la plaza de abastos por la calle Real, que cada día transitaban para llegar al BSCH, situado en dicha vía, desde la Caja Rural de la calle Rosario. El atracador se quedó con los 100.000 euros que, según el banco, portaban, segando a su paso la vida a uno de los vigilantes, de 48 años, la misma edad que su compañero. El caso sigue generando malestar entre muchos vecinos de El Viso del Alcor todavía hoy, hasta el punto de que les cuesta aceptar que sucediera en su pueblo y menos en una mañana de julio con el mercado lleno de gente.
Lo peor es que a día de hoy siga sin haber detenciones, con una insoportable mezcla de sensaciones de impunidad e inseguridad por lo irresoluto de un caso de tales dimensiones en un entorno de tranquila convivencia. Con toda lógica, nadie apuesta por que hechos similares se repitan, pero tampoco todos las tienen consigo a tenor de las teorías que se barajan sobre la autoría ante un mutismo de las autoridades que les da pábulo a falta de resultados.
Desde el Ayuntamiento de El Viso del Alcor hay quien justifica esto por el origen del autor de los disparos, del que dicen que era suramericano. Pero los testigos aseguraron sin lugar a dudas que “era español y no de muy lejos”. Lo sustentaron en su forma de hablar, en la manera de huir y en la acción de vigilancia del lugar y los movimientos de los guardas de seguridad de Prosegur, que mañana tras mañana recorrían el mismo itinerario, e incluso con el dinero asomando bajo las transparencias del plástico protector de sus bolsas.
Unos hábitos, por cierto, que siguen igual, lo que asombra a muchos vecinos y comerciantes del entorno, que en su día auxiliaron a las víctimas y hoy quieren seguir en el anonimato. De hecho, el permiso otorgado por el Ayuntamiento de El Viso del Alcor para que el furgón blindado penetre en Real y para hacer el servicio ante la puerta misma del BSCH sirve de poco porque rara vez se opera de esa manera, en teoría más segura que ir andando dicho tramo.
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