Logroño, 14 ago (EFE).- El secretario general de CCOO en La Rioja, Koldo González, ha afirmado hoy que a partir del mes de septiembre, con la entrada en vigor de un nuevo contrato de vigilantes para el hospital San Pedro, será "imposible" garantizar la seguridad a los usuarios y al personal del centro sanitario.

González ha hecho esta afirmación durante una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por el responsable del área de seguridad privada del sindicato, José Antonio Torres, y por dos vigilantes que en la actualidad trabajan en el hospital, Félix Marín y Rodolfo Perea.

Según los datos del sindicato, en la actualidad el hospital, que tiene más de 20.000 metros cuadrados de superficie construida, dispone de cuatro vigilantes en el turno de mañana y tres tanto en el de tarde, como en el de noche.

Desde septiembre, con el contrato adjudicado a Eulen por 28 meses y casi 1,9 millones de euros, sólo habrá dos guardas por turno y uno de ellos deberá permanecer en el control de cámaras y equipos.

Así, según ha afirmado González, aunque ya ahora "es insuficiente", el número de trabajadores de seguridad en el hospital, a partir de septiembre "va a ser imposible garantizar la seguridad".

El secretario general de CCOO ha reclamado al Gobierno regional "que no descalifique" a los sindicatos y que "no distorsione la realidad" porque "estos datos son los que están en el pliego de condiciones y nosotros sólo queremos mantener el nivel de seguridad con el mínimo de trabajadores que hay en otros hospitales de este mismo tamaño".

También ha criticado el que dentro de esta situación "que está motivada por las limitaciones presupuestarias del Gobierno regional" en el concurso "no se ha respetado del todo la libre concurrencia, porque la dirección de seguridad la contrata directamente el servicio riojano de empleo por 150.000 euros incluidos en esa partida".

Torres, por su parte, ha afirmado que el nuevo contrato obligará "a un vigilante a realizar 15 funciones diferentes, entre ellas vigilar cadáveres, algo que es desproporcionado" mientras que otro "podrá grabar las agresiones a muy alta calidad, pero no hacer nada".

Los dos vigilantes presentes han coincidido al explicar que los "pequeños" incidentes de seguridad son constantes en el hospital y, además, hay ocasiones en las que han tenido que "reducir" a pacientes entre dos personas, algo que desde septiembre tendrán más complicado.

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