Mintió. La joven vigilante de seguridad de Ciaño no sufrió ninguna violación, según confirmó ayer el Cuerpo Nacional de Policía. La trabajadora relató en comisaría que, en la madrugada del domingo, había sido agredida sexualmente por parte de unos desconocidos mientras custodiaba las obras de construcción de una mediana superficie dedicada a la alimentación. Sin embargo, los hechos han resultado ser falsos.
La Policía envía los informes al juez de Langreo, que estudia iniciar un procedimiento contra la joven por falso testimonio.
La trabajadora cambió la versión en una segunda denuncia, en la que acusa a una ex pareja de «tocamientos»
Según ha podido saber EL COMERCIO, la vigilante -natural de la comarca del Nalón y con dos hijos a su cargo- cambió su versión anteayer y presentó una nueva denuncia. En su relato a los policías, explicó que había «sufrido un episodio de tocamientos» por parte de una ex pareja que acudió a visitarla a su lugar de trabajo. Al parecer, ella le dejó entrar y él le pidió mantener relaciones sexuales, a lo que ella se negó. Esta negativa motivó un forcejeo entre los dos y, tras la disputa, el hombre abandonó el lugar.
A raíz de los hechos, la vigilante confesó haberse puesto muy nerviosa y llamó a uno de sus compañeros de trabajo, al que le contó que había sufrido una agresión sexual. Éste se puso en contacto con las fuerzas de seguridad para denunciar los hechos, que ella ratificó. Las investigaciones apuntan a que la joven pudo haber exagerado los hecho para que fuesen más creíbles, sin haber calibrado su repercusión.
No obstante, dado el cuadro de nerviosismo agudo en el que se encontraba, fue trasladada al Hospital Valle del Nalón para ser sometida a una exploración.
Sospechas iniciales
La joven llegó al centro hospitalario acompañada por agentes del Cuerpo Nacional de Policía y, en un primer momento, tuvo ser ingresada tras sufrir un ataque de ansiedad, presumiblemente por los daños sufridos durante el ataque.
Sin embargo, una vez efectuadas las pruebas médicas, los resultados médicos fueron claros: «No se encuentran indicios de agresión sexual». Los informes del hospital confirmaron las sospechas del Cuerpo Nacional de Policía de Langreo, que surgieron nada más recibir la denuncia por violación. Los agentes creían que había aspectos poco claros en el relato de la joven.
Tras tomar testimonio a varias personas -entre ellas la presunta víctima y los compañeros de trabajo-, los agentes dieron ayer por concluidas las investigaciones subrayando que los hechos denunciados en un primer momento «nunca tuvieron lugar». A continuación, el atestado y los informes policiales fueron enviados a la autoridad judicial langreana que podría abrir, en los próximos días, un procedimiento contra la vigilante por «falso testimonio». Personas cercanas a la joven explicaron que ha sido sometida a un examen psiquiátrico y se
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