Los informes del forense descartaron que la mujer hubiera sido agredida sexualmente
La vigilante de seguridad que denunció el pasado domingo que había sido violada y golpeada por dos individuos en Ciaño reconoció ante la Policía que se había inventado la agresión para sortear un problema laboral. La Policía Nacional dio ayer por finalizada la investigación y concluyó que los hechos denunciados por la joven «nunca tuvieron lugar».
La investigación comenzó a dudar de la denuncia de la mujer debido a la falta de precisión y los cambios en las declaraciones de la joven. Luego, el informe del forense del Hospital Valle del Nalón concluyó que la mujer no había sido forzada. Finalmente, fue la propia vigilante de seguridad la que acabó reconociendo a los agentes de la Policía que nada de lo denunciado había ocurrido.
A través de una nota, la Jefatura Superior de Policía de Asturias señaló ayer que «siempre investiga los casos de delito contra la libertad y la indemnidad sexual anteponiendo la intimidad de la víctima a cualquier otra circunstancia, adoptando todas las medidas posibles para que no se produzca una doble victimización». Pero añade que en el caso concreto de Ciaño, ante «la alarma social generada por la denuncia formulada el sábado día 22 por una mujer en la que manifestaba haber sido víctima de una agresión sexual, la Policía informa, tras dar por finalizada la investigación, que tales hechos nunca tuvieron lugar». Las actuaciones policiales han sido remitidas a la autoridad judicial, que deberá ser ahora la que decida si se sanciona a la mujer por simulación de delito.
A medida que la investigación fue avanzando, la violación y la agresión denunciadas por la vigilante fueron descubriéndose como falsas. En un principio, la Policía sospechó por lo «indefinido» del relato de la víctima cuando tenía que describir lo sucedido, así como su falta de referencias de los presuntos agresores. Tampoco especificó con claridad la zona de la obra del centro comercial en la que, según la mujer, habrían ocurrido los hechos. «Existieron cambios en la declaración», apuntaron fuentes de la investigación. El martes, además, se conoció definitivamente el informe de las pruebas forenses a las que se sometió en la madrugada del domingo en el Hospital Valle del Nalón. Éstas concluían que no había indicios de que se hubiera producido una violación. En este tipo de casos, las víctimas suelen presentar desgarros en los genitales, que no fueron apreciados en esta ocasión. Finalmente, el mismo martes, la vigilante de seguridad confesó a la Policía Nacional que nadie la había forzado ni agredido. Fuentes al corriente de la investigación indicaron que la posible causa de la denuncia presentada por la vigilante estaría relacionada con su entorno laboral. La mujer pretendía con ella sortear un problema que le había surgido en el trabajo.
La historia de la falsa denuncia por violación comenzó en la madrugada del sábado al domingo. La vigilante jurado, que cuidaba sola y desarmada las obras de una superficie comercial de Ciaño, avisó telefónicamente a un compañero, alertándole de que dos desconocidos la habían violado y agredido en las obras. La mujer acudió al Hospital Valle del Nalón, donde fue atendida y donde quedó ingresada a causa de un ataque de ansiedad. Los médicos recogieron su testimonio y lo trasladaron a la Policía Nacional, que inició las pesquisas para esclarecer los hechos. En su declaración ante la Policía, afirmó que había sido agredida sexualmente y golpeada por dos individuos y que estos agresores la habían amenazado previamente con una navaja. Desde el primer momento la investigación descartó que la presunta agresión estuviera vinculada con un intento de robo en las obras del centro comercial de Ciaño en las que trabajaba la joven como vigilante, ya que no se había encontrado ningún indicio que apuntase en esta dirección. Una vez avanzada la investigación, se descubrió que todo lo ocurrido había sido una invención de la mujer.
La alarma social causada por la denuncia de agresión sexual de la vigilante llevó a sindicatos y asociaciones profesionales a denunciar la precariedad laboral que, en muchos casos, padecen los vigilantes de seguridad privada. Desde la asociación Vigilantes Asociados se denunció que la mujer estaba sola en el cumplimiento de su servicio, algo que «suele ser común» en este trabajo. Desde el sindicato USO se reclamó «cambios en la ley» que regula el sector de la seguridad privada.
http://www.lne.es/nalon/2009/08/27/vigilante-seguridad-reconoce-invento-violacion-problema-laboral/800446.html