Carmelo Vidal denuncia que los furtivos actúan ahora en grupos organizados
La Consellería do Mar descarta emprender medidas adicionales encaminadas a proteger a los vigilantes y vehículos del pósito de Cabo de Cruz, que en los últimos tres meses sufrieron otros tantos ataques por parte de furtivos, el último de ellos hace ahora diez días. Así lo confirmaron ayer fuentes del departamento dirigido por Rosa Quintana.
Sin embargo, y pese a esta decisión, desde la cofradía crucense se quiso hablar en clave positiva. «Confiamos plenamente en la consellería y esperamos que al final se regulen los mecanismos oportunos para que se erradique, de una vez por todas, esta plaga en nuestras concesiones», apuntaron desde la entidad marinera.
El miedo se ha apoderado de muchos profesionales adscritos al pósito crucense, ya que los furtivos que acuden a los arenales suelen mostrarse agresivos y no dudan en utilizar todo lo que tienen a su alcance para salirse con la suya. En el último ataque, el día 1 de este mes, un hombre empleó varias piedras de grandes dimensiones y un sacho para golpear el todoterreno del pósito, con el guarda jurado en su interior.
Profesionalización
El patrón mayor, Carmelo Vidal, comentó al respecto: «En las últimas fechas se viene observando cierto grado de profesionalización en los furtivos. Ya no son personas aisladas que van a los bancos marisqueros a coger el molusco y se van. Ahora son grupos organizados, formados por cinco o seis individuos, que no temen a los vigilantes». Y añadió: «Esta forma de actuar se debe a que los ilegales saben que en cada vehículo del pósito van dos personas y aprovechan esta inferioridad numérica para actuar impunemente».
En la actualidad, la Cofradía de Cabo de Cruz cuenta con un total de nueve vigilantes jurados en nómina y tres vehículos, un contingente que, para el patrón mayor, es más que suficiente para desempeñar las labores de control en las concesiones.
http://www.lavozdegalicia.es/barbanza/2009/09/11/0003_7962384.htm