Una empresa rastrea candidatos "preferiblemente con experiencia militar" y a cambio de 5.000 euros al mes.
Se busca a una treintena de vigilantes, con licencia de armas y preferiblemente experiencia militar. Su misión, a cambio de 15.000 euros y durante un periodo de unos tres meses, proteger a los atuneros españoles de los piratas somalíes y yemeníes, armados hasta los dientes, que los asedian en aguas del Océano Índico.
«No se puede responder con revólveres a gente que dispara con lanzagranadas». Con esta frase, uno de los responsables de la selección de candidatos en Valencia, resume lo que es el espíritu de la medida autorizada por el Ministerio del Interior tras la petición de los atuneros: autorizar a los guardias jurados que ya navegan con ellos en los barcos a que puedan ir provistos de «armas largas ralladas».
La empresa valenciana Levantina de Seguridad ha comenzado ya a reclutar candidatos mediante la inserción de anuncios en prensa. El objetivo, que en menos de un mes puedan estar ya a bordo de algo más de media docena de pesqueros, unos cuatro en cada navío, según ha podido saber LAS PROVINCIAS de fuentes de Interior. Profesionales dispuestos a enfrentarse a pequeñas embarcaciones de rápido viraje y hasta con una decena de piratas provistos de armas automáticas.
Actualmente ya hay vigilantes navegando codo con codo con los atuneros españoles, tratando de que su miedo al divisar otra embarcación en el horizonte sea el menor posible. «Pero poco se puede hacer con revólveres del calibre 38 y escopetas del 12», aseguran desde la empresa de seguridad. Estas eran las armas que hasta ahora estaban autorizados a emplear los guardianes de los navíos.
Armas de repetición
El proceso que ha desembocado en el sí del Gobierno arrancó en mayo. La petición inicial a Interior de los armadores responsables de los atuneros era que se permitiera el empleo de armas de guerra. El Ministerio ha tomado al final un camino intermedio entre las pistolas y el armamento bélico.
La autorización gubernativa se refiere finalmente a «armas largas ralladas de repetición», es decir, rifles, como indicaron las mismas fuentes. Dos armas de largo alcance serán las elegidas cuando la medida sea una realidad: el clásico fusil CETME español y el rifle Remington, provisto de mira telescópica. No obstante, el permiso expedido desde el Ministerio del Interior a los atuneros «no especifica calibres», con lo que el armamento elegido podría variar.
«Servicio especial para protección de barcos en Océano Índico con el equipamiento adecuado», reza uno de los anuncios insertados ya en los medios de comunicación por la empresa de seguridad. Junto al proceso de selección de los candidatos en Valencia, uno de los primeros pasos será la importación de las armas y de la munición. Para ello es necesario un permiso especial de la Guardia Civil. Los «temas burocráticos» son los que más pueden retrasar, hasta 20 y 30 días, la futura partida de los vigilantes hacia el Índico.
Instrucción en Valencia
El tiempo corre en contra de la seguridad de los pesqueros españoles. En diciembre finaliza la campaña del atún en aguas del Índico. El objetivo es que en menos de un mes estén acompañados por los vigilantes valencianos para evitar nuevos ataques y secuestros.
Los aspirantes a formar parte de la misión, tras el envío de un currículo a Levantina, deberán superar unas pruebas psicológicas. Será la primera fase del proceso de su selección. Los 30 elegidos comenzarán luego a familiarizarse con los rifles CETME y Remington.
El periodo de instrucción en Valencia durará una semana. Realizarán prácticas de tiro, aprenderán a calibrar correctamente la mira telescópica y sabrán cómo liberar una bala encasquillada, algo vital en caso de enfrentamiento con los piratas.
http://www.lasprovincias.es/valencia/20090917/local/valenciana/atuneros-reclutan-valencia-vigilantes-200909170702.html