80 valencianos se presentan en sólo un día a la oferta de trabajo para escoltar a atuneros españoles en el océano Índico
Ahogado por las deudas, Juanjo no ha dudado ni un segundo al ver el anuncio de la empresa Levantina de Seguridad. Este valenciano de 37 años quiere ser uno de los 30 vigilantes que protejan a los atuneros españoles de los piratas somalíes y yemeníes en el océano Índico. La recompensa lo merece: 15.000 euros en tres meses. «Necesito el dinero para pagar todas las facturas que no paran de llegar. No tengo miedo a los piratas», asegura sin titubear.
La situación en la que se encuentra no le deja muchas alternativas. La crisis le obligó a cerrar su negocio y a subirse a un camión para transportar mercancías peligrosas. Ahora quiere cambiar el asfalto por el mar. «Sólo te ofrecen contratos de risa. La verdad es que ya no sé qué hacer. Estoy casado, tengo hijos y una hipoteca que pagar. Los 5.000 euros al mes me ayudarían bastante. Proteger a los atuneros de los piratas es un peligro pero también lo es salir todos los días a la carretera y yo lo hago», reconoce.
Su valentía se ha topado con un obstáculo. No cumple con todos los requisitos necesarios para optar al puesto. «Me falta el título de vigilante de seguridad y hay que hacer un cursillo para obtenerlo. En cambio, sí tengo experiencia militar y licencia de armas», lamenta Juanjo, que realizó el servicio militar en la Armada.
Como él, otras 80 personas se presentaron sólo en las primeras 24 horas desde que salió al mercado este arriesgado empleo. Algunos acudieron a la sede de Levantina para entregar su currículum en mano, otros decidieron enviarlo por correo electrónico y el teléfono no dejó de sonar en todo el día. «La verdad es que el primer día de la oferta se ha interesado mucha gente. Incluso hay un chico que vive en Gerona que va a presentarse», explicó Juan Antonio Sánchez, inspector de la empresa.
Toni Cózar es otro de los aspirantes. «No me importa jugarme la vida si es por el dinero que necesito", afirma decidido. En paro desde marzo, asegura sentirse preparado. «Tengo experiencia, fui tirador de primera en el Ejército pero me falta el título de vigilante», reconoce este valenciano de 44 años, casado y con una hija.
La semana que viene comenzará la selección entre todos los candidatos que se hayan presentado hasta ese momento. «La primera criba eliminará a los que no cumplan con todas las condiciones mínimas: disponer del título de vigilante, tener licencia de armas de tipo C y experiencia militar», afirmó Sánchez.
Pruebas psicológicas
La siguiente fase se centrará en las pruebas psicológicas. El objetivo es tener listos a los seleccionados en menos de un mes para que puedan escoltar a los pescadores lo antes posible, ya que la campaña del atún en el Índico acaba en diciembre.
Los 30 vigilantes que defiendan a los pesqueros españoles recibirán formación durante una semana para aprender a manejar los rifles CETME y Remington. Ayer llegaron las primeras armas con las que tendrán que familiarizarse. «Vamos a estudiarlas físicamente y a conocer su peso, su manejo y todos los detalles. Queremos agilizarlo todo al máximo», reconoció el inspector.
El jefe de seguridad de la empresa, José Luis Roberto, explicó que el ministerio de Defensa «ha dado una autorización más amplia que la anterior, que permitía únicamente el revolver de 38 milímetros y escopetas del 12, mientras que la nueva ampliación implica arma larga de repetición: un rifle de caza mayor o un rifle de tirador». Para Roberto la ampliación «no es suficiente para hacer frente a armas como un AK-47 o lanzagranadas», que son las que suelen utilizar los piratas del Índico.
http://www.lasprovincias.es/alicante/20090918/valenciana/necesito-dinero-tengo-miedo-20090918.html