Una empresa de seguridad valenciana instruirá a treinta ex militares para realizar labores de protección en una decena de pesqueros desde octubre.
Dispondrán de rifles Cetme y Remington para repeler los ataques piratas.
Las armadoras vascas con atuneros en el océano Índico se han hartado de esperar una solución al problema de la piratería por parte del Gobierno central. La 'operación Atalanta' no ha surtido el efecto esperado y, ante la negativa del Ejecutivo de Zapatero a incorporar infantes de marina en los buques como ha hecho Francia, las empresas ya han tomado la decisión de contratar vigilantes de seguridad privados para defender sus intereses. No hay marcha atrás ya que, de lo contrario, «tendremos que dejar de faenar» apuntaron.
«Vamos a esperar a ver qué pasa el martes con la moción del PNV en el Congreso porque seguimos apostando por la presencia de soldados, pero si no hay avances todo está preparado para que en octubre los barcos dispongan de vigilancia privada», aseguraron desde una de las compañías de Bermeo. La logística está dispuesta. «Habrá que acondicionar algún espacio en los atuneros para llevar las armas o bien preparar los maciceros para que las transporten ellos. Eso se decidirá en su momento», explicaron.
Las empresas ya han estudiado incluso habilitar algún compartimento del barco para albergar a los nuevos tripulantes. «Son buques que ya llevan treinta hombres, pero se podría acondicionar temporalmente el salón de oficiales para que se alojen allí», detallaron los armadores. En caso contrario, barajan la posibilidad de reducir la marinería para disponer de espacio suficiente. Aunque todavía no han firmado ningún contrato, la adjudicataria del servicio de protección será la empresa Levantina de Seguridad, que ya ha comenzado a reclutar candidatos mediante la inserción de anuncios en prensa. Se busca a una treintena de personas, con licencia de armas y experiencia militar, que cobrarán unos 15.000 euros por tres meses de .
En cada barco viajarán entre tres y cinco vigilantes y el número de naves que contará con este apoyo rondará la decena. Todos los atuneros deberán tener pabellón español. «En buques con bandera extranjera no podríamos actuar a no ser que exista una autorización expresa del Gobierno, algo poco probable. Para eso están los soldados de fortuna o mercenarios», aseguró el responsable de Levantina de Seguridad, José Luis Roberto. Los nuevos tripulantes armados navegarán en los atuneros hasta que finalice la campaña en la zona de Somalia, en diciembre, y retornarán en verano.
Los aspirante a formar parte de la misión de vigilancia deberán superar primero unas pruebas psicológicas y posteriormente recibirán una semana de instrucción en Valencia. El objetivo es adiestrarles para que puedan enfrentarse a pequeñas embarcaciones de rápido viraje en las que habitualmente pueden viajar hasta una decena de piratas provistos de armas automáticas. Realizarán prácticas de tiro, aprenderán a calibrar correctamente la mira telescópica y conocerán también cómo liberar una bala encasquillada, «algo vital en caso de tener que enfrentarse a los asaltantes».
Los seleccionados se familiarizarán con los rifles Cetme y Remington, conocidas como armas rayadas de repetición, que han sido las elegidas finalmente para emplear en esta complicada misión. Para ello, el Ministerio de Defensa ha otorgado una autorización más amplia que la que existía antes -sólo permitía llevar a bordo revólveres de calibre 38 y escopetas del 12- aunque, según los expertos consultados, esta ampliación «se queda corta porque los piratas cuentan con armas de guerra como el AK-47 y lanzagranadas».
El personal de vigilancia privado podría estar preparado en un plazo aproximado de veinte días, al igual que los chalecos antibalas flotantes que llevarán puestos mientras desarrollen su labor en aguas del Índico. «Todas las armas llegarán en una semana y sólo los trámites administrativos podrían retrasar la aplicación del plan», señaló José Luis Roberto. Los guardas contarán con seguros de responsabilidad civil subsidiaria, así como pólizas por muerte y accidente para cada uno de los viajeros.
Los armadores han tomado la decisión de contratar este servicio tras recrudecerse los intentos de secuestro por parte de los piratas somalíes en el Índico. El 'Campolibre Alai', 'Intertuna Dos' y el 'Alakrana' escaparon milagrosamente al intento de abordaje de las bandas de asaltadores. Ante el cariz que ha tomado el asunto, los atuneros vascos han decidido alejarse de la zona de conflicto, a unas mil millas de la costa de Somalia. «Así no podemos seguir porque los franceses están faenando más al interior y ahora mismo están pescando bastante bien, mientras nosotros no podemos hacer nada», apuntaron desde varias empresas de Bermeo.
De hecho, los atuneros galos, con soldados a bordo, ya «han tenido algún encontronazo con los piratas y cómo éstos ya saben que llevan gente armada ahora no les atacan, mientras que a nosotros, estando mucho más lejos, no nos dejan vivir. La situación puede incluso empeorar cuando mejoren las condiciones meteorológicas en la zona», apuntó uno de los patrones que faena en la zona.
El PP apoyará al PNV
El PP confirmó ayer que apoyará al PNV en la moción que el martes se debatirá en el Congreso para que el Gobierno permita embarcar infantes de marina en los atuneros. El presidente de los populares vascos, Antonio Basagoiti, anunció que su partido votará a favor de la propuesta del grupo nacionalista, aunque puntualizó que los jeltzales han puesto de manifiesto su «incoherencia» en temas militares.
A su juicio, no es lógico que el PNV haga esta petición y luego «le dé un ataque de nervios cada vez que el Ejército realiza una maniobra» en el País Vasco. En cualquier caso, el líder popular confirmó el apoyo de su grupo a la iniciativa porque «no se puede permitir» que unos profesionales que desarrollan su se vean «sometidos» por unos piratas.
http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/20090919/pvasco-espana/atuneros-contratan-vigilantes-20090919.html