Los sindicatos del Cuerpo Nacional reivindican la equiparación salarial
con los cuerpos autonómicos y advierten de que los robos se están
disparando
El conflicto abierto por todas las escalas del Cuerpo Nacional de
Policía contra la Dirección General para reclamar mejoras laborales
está teniendo ya sus consecuencias. Según los cálculos realizados por
varios sindicatos del Cuerpo, tanto el número de detenciones como la
identificación de sospechosos han caído en el último mes alrededor de
un 70%, hasta el punto de que el trabajo realizado por los agentes a
iniciativa propia ha desaparecido prácticamente.
Las medidas de
presión de los uniformados empezaron el pasado viernes 27 de junio, un
día en el que las patrullas empezaron a cumplir estrictamente el
reglamento, lo que supone atender en exclusiva las órdenes que reciben.
En la práctica, la denominada huelga de celo no afecta a los servicios
que deban actuar en caso de delitos que afectan a la seguridad del
Estado o de los ciudadanos y a los que tienen carácter urgente. Tampoco
hay interferencias en los servicios humanitarios, aclararon los
sindicatos.
La custodia de los detenidos, los traslados a las
dependencias judiciales o la atención en las oficinas de denuncias son
algunos de los servicios donde la huelga de celo está dejando su
impronta, pero donde las consecuencias son aún mayores es en el número de detenciones realizadas por los agentes como consecuencia de la identificación de individuos. Según indicó la Unión Federal de Policía (UFP), los arrestos han caído de los cuatro o cinco diarios a uno de media. Por su parte, el delegado provincial del Sindicato Unificado de
Policía (SUP), Antonio Albalá, estimó que el número de arrestos cayó el
pasado julio un 70% respecto al mismo mes del año anterior.
Y, paralelamente, los robos se están "disparando", aseguró el portavoz
sindical, que culpó al Ministerio del Interior de articular políticas
de seguridad "a impulso". Albalá lamentó que, debido a este contexto de
creciente inseguridad ciudadana, los particulares recurran a las
compañías de seguridad privada para sentirse a salvo. En concreto,
desde principios de verano, la demanda de seguridad privada ha
aumentado un 30%, según los cálculos del SUP. Los barrios de El
Brillante, El Tablero, La Asomadilla o la Sierra suelen acaparar la
contratación de agentes privados y las nuevas conexiones a la central
de alarmas. Detrás se encuentra el miedo de los ciudadanos al aumento
de los robos por parte de bandas organizadas.
La movilización está convocada por los tres sindicatos con representación mayoritaria
en el Cuerpo: el SUP, la UFP y la Confederación Española de Policía
(CEP). La base de las protestas es que las diferencias salariales
llegan al 50% con las policías autonómicas, por lo que las
organizaciones de trabajadores reivindican un incremento de sus
emolumentos de entre el 12 y el 20% por encima del Índice de Precios al
Consumo (IPC) en cuatro años. Las protestas se prolongarán durante el
próximo mes con nuevas jornadas de trabajo a reglamento e, incluso, se
espera una manifestación de policías en Madrid si para ese momento los
agentes no han alcanzado un acuerdo con el Ministerio del Interior.
La huelga de celo coincide con la operación Verano, puesta en marcha por
el Ministerio del Interior a principios de verano para reforzar la
vigilancia en lugares frecuentados por los turistas y en los polígonos
industriales y los barrios para evitar los robos. No obstante, el
secretario provincial del CEP, Fernando Calderón, aseguró que el 90% de
la plantilla se encuentra desmotivada.
http://www.eldiadecordoba.es/article/cordoba/217633/las/detenciones/efectuadas/por/la/policia/caen/por/la/huelga.html