Los mercantes que navegan por el Indico también embarcan ex soldados gurkas.
"Llevar hombres armados a bordo es la mejor forma de disuadir a los piratas somalíes de que aborden barcos". Así de rotundo se manifiesta un veterano capitán vigués de la marina mercante que lleva años navegando por las zonas más conflictivas del Índico.
La naviera de su barco contrató hace tiempo los servicios de la compañía de seguridad británica Secure West, que le proporcionó un equipo de ex soldados gurkas, de nacionalidad nepalí y feroces en el campo de batalla, como medida disuasoria. La empresa americana Blackwater, de sobra conocida por sus actuaciones en Irak en apoyo al Ejército de EE UU, también esta presente en barcos mandados por gallegos.
"Los capitanes de la flotas extranjeras que navegan por aguas del Índico nos encontramos más seguros con gente armada a bordo. Hasta el momento sólo un mercante español que trabaja en la zona ha requerido los servicios de una compañía española. En este caso se trata de la firma española Eulen que está entrando con fuerza en este negocio", explica el capitán vigués que prefiere no revelar su nombre.
Selección de la presa
En el colectivo de capitanes gallegos en el Índico existe la certeza de que los piratas disponen de una amplia red de espías que comunican la situación, características y seguridad de los mercantes. "Estos "espías" se dispersan por puertos de la zona como el de Mombasa, en Kenia. Allí se enteran del personal que llevan los barcos a bordo, su seguridad y sus próximos destinos, a través del personal del puerto o de los propios marineros que inconscientemente dan los datos en los restaurantes y pubs de esas ciudades. Si el barco no lleva protección es una presa fácil y van a por ella", advierte.
La efectividad de hombres armados a bordo ha resultado más que efectiva. Hasta el momento no se han acercado a ningún barco que la llevase. "Si oyen una ráfaga de ametralladora disparada al aire, los esquifes se dan rápidamente a la fuga. Ni intentan el asalto", asegura.
"Si el barco dispone de un gran francobordo –la altura que existe desde el agua hasta la cubierta– y lleva hombres armados es imposible un abordaje. Otra cosa son barcos con puntos débiles como son las rampas de los atuneros. Pero en este caso también existen otro tipo de medidas como es cerrar con alambres de espino la zona cuando estén las redes a bordo", señala.
"Atalanta"
Este profesional vigués pone en duda la efectividad de la operación "Atalanta" puesta en marcha por la Unión Europea porque "es prácticamente imposible que una veintena de buques de guerra den seguridad a una flota tan numerosa como la que navega por el Índico".
En el caso de los atuneros considera que la situación es mucho peor "por la dispersión de la flota, lo que haría necesario una escolta permanente a cada pesquero por parte de un buque de guerra".
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