GIJÓN
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Quince miembros de una familia gitana protagonizan una reyerta en Cabueñes
La pelea tuvo lugar a las puertas de urgencias y uno de los implicados, que sacó una escopeta del coche, se dio a la fuga
A. FERNÁNDEZ ABAD/GIJÓN
Quince miembros de una familia gitana protagonizan una reyerta en Cabueñes
HOSPITAL. Agentes de la Policía Nacional hablan con los testigos en la puerta del servicio de urgencias de Cabueñes. / LUIS SEVILLA
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LOS HECHOS
LOS HECHOS
Hora: las 20.15 horas.
Lugar: a las puertas del servicio de urgencias de Cabueñes.
Implicados: 15 miembros de una misma familia de etnia gitana gijonesa, feriantes.
Fuga: un hombre amenazó con disparar una escopeta, pero un vigilante se la quitó. Después de recuperarla se dio a la fuga en su coche.
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Ocho mujeres de etnia gitana, divididas en dos grupos de cuatro, se enzarzaron ayer de repente en una pelea a las puertas del servicio de urgencias del Hospital de Cabueñes. Ocurrió a las ocho y cuarto de la tarde, justo a la entrada del centro, ante la mirada atónita de todos los presentes. Y fue a más. La reyerta cobró tal intensidad que, al final, quince personas de la misma familia se vieron implicadas en ella. «Oímos los gritos desde dentro y salimos a ver qué pasaba. Estaban todas las mujeres tirándose del pelo, pegándose y gritando», explicó uno de los testigos presenciales.
«Sólo se escuchaban juramentos, casi ni se entendía lo que decían», apuntó otra testigo que también prefirió mantener el anonimato. Aún así relató que «sobre todo pegaban a una mujer más mayor, que decían que era la abuela de no sé quién». Los pacientes que habían acudido al servicio se arremolinaron poco a poco en la puerta de urgencias para ver presenciar la pelea.
El enfrentamiento duró media hora y, al final, quince personas se vieron involucradas, según indicaron fuentes del Cuerpo Nacional de Policía. Las mismas fuentes señalaron que «todos los que se pegaron eran de una misma familia, de distintos barrios de Gijón». Uno de los testigos apuntó que se rumoreaba que estaban todos allí «porque habían ido a ver al patriarca, que está internado», y la Policía Local confirmó que la discusión se inició debido a «rencillas previas».
La pelea entre mujeres dio paso a la intervención de los hombres. Ellos se lanzaron a la refriega, que creció en intensidad cuando un «destartalado coche blanco», según lo describió uno de los presentes, bajó por la rampa de urgencias y aparcó delante de la puerta. El acompañante bajó del vehículo con un bastón y se unió a la pelea. El conductor, un hombre joven, aguardó un momento y finalmente abandonó el volante, se dirigió al maletero y sacó de él una escopeta, con la que encañonó a los presentes.
«Héroes» de seguridad
En ese momento, el más tenso, uno de los dos vigilantes que custodian el servicio de urgencias se plantó ante el hombre armado para intentar calmarle y le quitó la escopeta, según narraron los testigos. «Los dos vigilantes de seguridad tuvieron mérito, fueron unos valientes, porque salieron allí, aunque no les correspondía», indicó una de los testigos.
No hubo heridos y, según el relato de los presentes, «no ocurrió algo más grave» gracias a uno de los guardias. Pese a su intervención, mientras se esperaba la llegada de los agentes de la Policía, el joven de la escopeta recobró su arma, se subió al coche y se dio a la fuga.
Los vigilantes de seguridad, de la empresa Prosetenicsa, no pudieron relatar los hechos a EL COMERCIO debido a las restricciones de la política de comunicación del hospital. El subdirector del centro, que acudió tras el suceso, tampoco realizó declaraciones y aseguró que la Consejería de Salud emitirá hoy un comunicado para aclarar los acontecido.
Al cierre de esta edición, la Policía seguía la pista del hombre armado. Según indicó la Policía Local, que desplazó hasta el Hospital de Cabueñes a tres unidades, el sospechoso está identificado, porque «es de una conocida familia de feriantes y se sabe en qué coche se dio a la fuga».
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