Los discapacitados aprenden a ser vigilantes
Los parados discapacitados ven en un curso ofrecido por la Fundación Once una salida a su precaria situación. La campaña de navidad les garantiza un trabajo de vigilantes.
MARIA BONILLO
Día si, día también se habla hasta la saciedad de las cifras del paro, pero ¿alguien habla de los parados discapacitados? Este sector de la sociedad, muchas veces olvidado por las administraciones y respaldado por fundaciones, ve como sus expectativas de encontrar trabajo se ven aún más mermadas en tiempos de crisis, por lo que la cooperación y la inserción se hace más necesaria.
Éste es el camino que ha seguido la FSC Inserta, consultora de recursos humanos de la Fundación Once. Gracias al programa «Lucha contra la discriminación», financiado por el Fondo Social Europeo, se están llevando a cabo cursos formativos para desempleados discapacitados, abriendo puertas donde antes sólo había barreras.
En este sentido, quince alumnos acuden de lunes a viernes a la calle Fuente de la Higuera de Valencia a formarse para ser vigilantes de aparcamientos. Convencidos de que «al menos, en navidad tendremos trabajo», los asistentes al curso explican las dificultades con las que se han encontrado a la hora de acceder a un empleo.
«Somos discapacitados, pero no estamos impedidos para trabajar», sentencia uno de ellos. Dependiente de gasolinera, albañil, electricista o educador canino eran algunas de las profesiones que realizaban antes de que una enfermedad o un accidente cambiara sus vidas. Ahora, redirigirán su trayectoria, porque lo que caracteriza a este grupo de personas es la voluntad de hacerlo.
«Muchos parados simplemente se quedan en casa a cobrar el subsidio, ellos que físicamente podrían hacer cualquier cosa. Nosotros no queremos eso, venimos aquí a formarnos, porque quedarse quietos no es la solución». De esta manera se expresan, de esta manera se definen.
Les han formado en técnicas de comunicación y atención al usuario, base para cualquier trabajo «de cara al público». Dentro de una semana empezarán sus prácticas en aparcamientos de centros comerciales y recintos feriales y posiblemente consigan un contrato al finalizarlas, y en tres meses uno indefinido, según les ha informado el proveedor del curso, la empresa de empleo Eulen.
Ayuda del Fondo Social Europeo
Los responsables del proyecto insisten en la importancia de las ayudas económicas del Fondo Social Europeo, ya que sin éstas «no sería posible realizar estos cursos». Para los alumnos, tanto el curso, las prácticas y el desplazamiento es totalmente gratuito, hecho que les anima aún más a continuar su formación. Por otra parte, las empresas que les forman y contratan también reciben varias ayudas económicas.