Barco atuneroMiguel Ángel Valero .– El cálculo es más bien conservador. Posiblemente, se quede corto. Porque es un mundo donde el silencio es la norma y la opacidad, un dogma. Según algunas compañías de seguros muy activas en pólizas de Transporte Marítimo y, por tanto, muy sensibles a las fechorías de los piratas somalíes en el golfo de Adén y cada vez con más frecuencia en todo el océano Índico, esta bandas han acumulado un botín de nada menos que 110 millones de euros en rescates abonados por los armadores de los barcos asaltados. Un botín que termina pagando, aunque sea parcialmente, la compañía de seguros con la que la naviera o el armador intenta cubrirse del riesgo de ataque de los piratas.

El caso del Alakrana, que exigirá un desembolso de 500.000 euros para AXA, Generali y Allianz (las filiales de los grupos italiano y alemán, en régimen de coaseguro con la entidad francesa, titular de la póliza) por el seguro de Cascos (que cubre los daños al buque, no a la tripulación), ha obligado a las compañías de seguros a revisar las condiciones de esas pólizas de Transporte Marítimo. En ese secuestro, que ha durado 47 días, hay que determinar la responsabilidad del armador, ya que el buque se alejó, a pesar de las recomendaciones de las naves de guerra que protegen el área, de la zona de seguridad. Y ese hecho puede marcar una nueva forma de valorar esos riesgos.

Lo mismo que la presencia de seguridad privada en los buques españoles (en los franceses, hay militares; y en otros, mercenarios profesionales), que ya ha impedido al menos un asalto de piratas somalíes. Otro factor que deberán tener en cuenta las compañías de seguro a la hora de calcular los riesgos y de fijar el precio de la póliza.

Lo que es evidente es que el espectacular incremento de la actividad de los piratas somalíes, que ante el acoso de los militares implicados en la Operación Atalanta (dirigida, por cierto, por españoles), han ampliado su radio de acción más allá de las aguas cercanas a la costa de Somalia para adentrarse en el Índico, ha provocado un encarecimiento de los seguros de Transporte Marítimo para buques que atraviesen tan peligrosas aguas.

En el caso español, el termómetro que marca la elevación de la temperatura en cuanto al encarecimiento de las primas de esos seguros fue el asalto al Playa de Bakio. Desde entonces, el coste de esas pólizas se ha encarecido por encima del 20%. Ahora está por ver cómo afectará a la factura aseguradora de los armadores el secuestro del Alaktrana.

Los armadores se temen nuevos encarecimientos de las pólizas que suscriben para cubrirse ante esos ataques de los piratas somalíes. En la actualidad, el seguro básico de un buque pesquero cuesta entre 150.000 y 200.000 euros. Este tipo de pólizas cubre todos los daños ocasionados al buque, incluyendo el combustible (que es de las primeras cosas que roban los piratas), pero no la responsabilidad ante terceros. Y esa cifra no considera el coste del seguro de la tripulación.

El precio de las primas depende de la ruta que toma el barco, la duración de su travesía por aguas consideradas como muy peligrosas, su tamaño, la carga y su accesibilidad para ser abordado. Así, simplemente por su altura, un atunero resulta más vulnerable que otros buques mercantes.

Las compañías de seguros más activas en Transporte Marítimo precisan que ellas nunca pagan directamente a los piratas somalíes o a sus intermediarios (gerneralmente, bufetes de abogados ubicados en Londres, cerca del gran mercado internacional del seguro, Lloyds), sino que reembolsas al armador la cantidad que éste ha tenido que abonar como rescate.

Hay pólizas más caras que otras, en función de las coberturas que se incluyan en el seguro. Algunas cubren la responsabilidad legal, la pérdida de un primer rescate (si es robado por otros piratas en el momento de la entrega, algo bastante frecuente), los daños a la tripulación, los salarios de ésta mientras están en poder de los piratas, y cualquier gasto que se derive de la negociación (consultores, médicos, intérpretes, abogados, y otros intermediarios). En muchos casos, los barcos sólo necesitan este tipo de producto asegurador para un momento determinado de su travesía. Por eso es muy frecuente que esas coberturas ligadas a ataques de piratas, y que suelen ser lógicamente las más caras, se contraten para pocos días, los que necesita la nave para atravesar la zona.

Para un atunero español que debe cruzar el Golfo de Adén se ofrecían seguros con cobertura para tres o cuatro días por 14.000 euros, que cubren también hasta dos millones de euros por rescate. Esto supone un seguro que cuesta entre 3.500 euros y más de 4.600 euros diarios (en función de si la travesía por tan procelosas aguas dura tres o cuatro días).

Pero en la actualidad, y tras el secuestro del Alakrana, una póliza puede llegar a representar unos 6.000 euros diarios, porque las aseguradoras consideran que el riesgo de ataque de los piratas somalíes a buques como los atuneros se ha incrementado sustancialmente.

Pero no todo va a ser malas noticias. Las aseguradoras están analizando hasta qué punto la protección privada contratada por los atuneros puede salvaguardar a los pesqueros de los ataques de piratería y, por tanto, reducir los riesgos. Hasta ahora, parece una medida eficaz, aunque los armadores insisten en que sería mejor llevar militares, como hacen los franceses. Pero esa eficacia, si se mantiene, supondría un abaratamiento o, al menos, un menor encarecimiento de estas pólizas.

http://www.capitalmadrid.info/2009/12/7/0000013756/el_seguro_de_un_atunero_que_atraviese_el_indico_sube_a_los_6000_euros_cada_dia.html