Denunciados tres porteros del Poblado por su presunta relación con una pelea
Sigue el cúmulo de sucesos en las noches del Poblado Marinero. En esta ocasión, un joven de 20 años que responde a las inciales M.B.C. sufrió en la madrugada de ayer una agresión presuntamente cometida por tres porteros del pub ‘El Ático’, ubicado en este recinto de ocio, cuando el cliente solicitó entrar junto a otros acompañantes.
El denunciante sufre “magulladuras por el cuerpo; tiene un pómulo hinchado a causa de un puñetazo; dolor de cervicales y una contusión en la rodilla, una situación de estrés que le provocó una subida de tensión”, relata su padre, quien lamenta la “impunidad con la que actúan estos macarras nocturnos”, en referencia a los presuntos autores de la paliza propinada a su hijo.
Los hechos ocurrieron a las 3.45 horas aproximadamente cuando el denunciante se encontraba con unas amigas en esta zona de ocio celebrando el cumpleaño de una de estas personas. El grupo se dirigió a la entrada del local, lugar al que habitualmente acude los fines de semana, asegura en su declaración, donde fue parado en la puerta por un portero al que identifica y responde a las iniciales G.C. Según la versión del denunciante, este empleado del pub informa al agredido y sus amigas que tienen que desembolsar diez euros para entrar, trasladándole M.B.C. que son clientes habituales y que ningún fin de semana pagaban, para preguntarle que si podían pasar.
Según figura en la denuncia interpuesta ante la Jefatura Superior Nacional de Policía, “tanto este portero como otros dos de origen musulmán que se encontraban también desempeñando labores de portero, en un momento del diálogo que tenía el denunciante con ellos, se pusieron nerviosos y violentos instándole al joven de 20 años a marcharse”.
Al parecer, M.B.C. realizó una llamada telefónica en ese instante que despertó la ira de los porteros, incluye en su testimonio, para espetarle que tenía la “boca muy grande y no vas a entrar más en el pub”, rodeándolo en ese momento los tres porteros antes de recibir un puñetazo del tal G.C. Una vez en el suelo, relata el joven en Comisaría, fue golpeado por los otros dos porteros.
M.B.C. añadió a su declaración que, afortunadamente, funcionarios de la Policía Local consiguieron separar a los tres agresores de él. “Menos mal que estaba la UIR, porque no se sabe qué podría haber pasado”, lamenta su padre.
Una primera noche difícil para la UIR
Primera noche de patrulla por el interior del Poblado Marinero y los agentes de la UIR mantienen un primer enfrentamiento. En medio del revuelo ocasionado por la presunta agresión, testigos de los hechos, narran que uno de los porteros se internó en ‘El Ático’ e hizo un gesto a los agentes. Esta supuesta provocación hizo que los agentes accedieran al local para encontrar al individuo que finalmente fue detenido. La persecución terminó con ambos policías en el ‘José Lafont’ para dar parte de las lesiones, uno de ellos por un puñetazo, según los presentes.
El propietario asegura que insultaron a los empleados de su local
Un grupo de nueve o diez personas, entre ellas quien denuncia la presunta paliza propinada por tres porteros del pub ‘El Atico’, localizado en el Poblado Marinero, llegaron al establecimiento de copas “insultando” a los trabajadores, en concreto a los porteros, porque les fue solicitado el abono de entrada “porque eran muchos”, relata el propietario del negocio.
Esos improperios también han sido denunciados por S.C.M., una de las acompañantes de M.B.C., la víctima de la presunta agresión, y quien aclara que dos testigos están también dispuestos a declarar sobre el incidente. No obstante, G.C. explicó que “no hubo maltrato, sino un acto reflejo. Hemos pasados dos meses con escasa presencia policial y hemos aguantado muchas humillaciones”. La supuesta alusión a la familia del portero habría desencadenado esa reacción.
La llamada telefónica que realiza el joven de 20 años en el transcurso de la discusión aparece en las declaraciones del dueño del pub: “Llamó a su tío que trabaja en la UIR y le dijo dónde estaba para que pudieran encontrarse”. En relación a esta cuestión, el padre de M.B.C. señaló que ha enseñado a sus hijos a solicitar ayuda de las autoridades cuando consideren que hay algo que no va bien porque están para ayudar al ciudadano. El padre del denunciante sostiene que si su hijo “fuera problemático, yo sería el primero en llevármelo a mi casa”, para definir al joven de 20 años como “noble y callado”.
G.C. insistió en que el pub cumple con la ley de seguridad privada y reúne todos los requisitos en materia de vigilancia avalados por la profesionalidad y experiencia de sus porteros.
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