Intenta demostrar sus méritos como vigilante «esclareciendo» el robo a la oficina de Seguridad
Un hombre pidió trabajo en el local municipal tras encontrar y devolver el ordenador sustraído hace una semana
El hombre, en paro, ya no va por ahí repartiendo currículos. Reparte méritos. Está convencido de que eso de dejar por escrito sus conocimientos y experiencia en las empresas o en el Inem es papel mojado. Pensó, y se le ocurrió demostrar sus cualidades sin que nadie se lo pida y así tener algo con lo que convencer de su valía. Ayer lo hizo en la recién inaugurada oficina de Seguridad Ciudadana, ese mismo local que fue asaltado el pasado 28 de enero, dos días después de su inauguración. Los ladrones se habían llevado un ordenador y una máquina de café.
El aspirante, que se enteró de lo sucedido a las pocas horas, pues es vecino de la zona -al menos es lo que dijo-, pensó que si resolvía el caso le podían dar un trabajo como vigilante en ese local municipal. Así que ayer a primera hora se presentó en las dependencias de la calle Orillamar y le pidió a uno de los funcionarios que le mostrase una computadora similar a la que habían robado. El empleado del Ayuntamiento le enseñó una y el hombre le comunicó que no se preocupara, que en breve volvería con el aparato. Dicho y hecho. En menos de una hora, el voluntarioso ciudadano regresó tal y como había prometido con la pantalla sustraída y con el pecho hinchado.
Interrogatorio
Quién es el guapo ahora que desconfíe de sus méritos. Pues el guapo es un agente de policía que, apoyado por dos compañeros, lo interrogó allí mismo. Tenían la mosca tras la oreja, pues les extrañó un portento semejante. ¿Cómo es posible recuperar en media hora un objeto robado? El meritorio los convenció asegurándoles que con un par de preguntas por aquí y por allí dio con el botín, lo que, para él, le hace ser merecedor de un puesto de trabajo como vigilante en esas dependencias municipales.
Hubo quien le aconsejó que entregase su currículum en el Ayuntamiento y que luego ya se vería si podía o no convertirse en guarda de seguridad. Y en esas está ahora.
Ya a las pocas horas de que se produjese el robo -los ladrones accedieron al interior por una pequeña ventana, de unos cuarenta centímetros, situada en el lateral del edificio; primero reventaron una persiana de aluminio para a continuación romper el pequeño cristal- se personaron en la oficina varias personas, entre las que estaba el ahora aspirante al empleo, para prometerles a los agentes municipales que el caso se resolvería de forma inmediata. Son vecinos de la zona y les hicieron saber a los funcionarios que nada de lo que ocurra en su barrio se les escapa. Y, por supuesto, negaron toda responsabilidad en este robo.
De hecho, es muy probable que jamás se sepa quién se llevó el ordenador y la cafetera. Los agentes tomaron muestras en el escenario del robo y no lograron obtener ningún tipo de resultado, «ya que los ladrones utilizaron, con toda seguridad, guantes», indicaron fuentes próximas a la investigación.
Los técnicos policiales también intentaron recoger huellas del calzado, un trabajo que también resultó infructuoso. Tanto los agentes del 092 como los de la Policía Nacional intentaron recabar información entre los residentes en las inmediaciones de estas dependencias municipales. Tampoco tuvieron el éxito que ahora reclama el aspirante a un puesto de trabajo a su medida.
http://www.lavozdegalicia.es/coruna/2010/02/04/0003_8272650.htm