La Operación Policial, que hoy fue presentada por el subdelegado del Gobierno, Javier Corrochano, la Policía también se ha incautado de distinto material médico, informático, productos de higiene y de limpieza de los centros sanitarios de Toledo capital, así como un arma de fogueo.

En una primera estimación y pendiente de valorar por el Sescam, el material incautado, incluidas las sustancias que se expidieron en las farmacias, podría ascender a unos 27.000 euros, entre catorce y quince mil euros por las recetas y otros diez o doce mil por el material robado.

A los detenidos se les atribuye los presuntos delitos de falsificación documental, contra la salud pública y tenencia ilícita de armas.

Los detenidos son F.D.A., de 39 años, vigilante de seguridad que trabajaba para una empresa contratada por el Sescam, y su esposa, C.J.G., de 30 años, que efectuaba labores de apoyo para la venta de las recetas y los productos robados que almacenaban en su casa.

Las recetas iban impresas con sello del Sescam robado, presuntamente, por el detenido, otras veces estaban firmadas por el facultativo correspondiente y en otras ocasiones estaban en blanco y el detenido simulaba la firma del médico.

La operación, que estaba siendo investigada desde el verano de 2009, se ha desencadenado después de que el pasado mes de febrero un médico de un centro de salud de Toledo denunciara el robo de un sello médico y un centenar de recetas.

Ya en el verano del año pasado se detuvo a dos personas que habían adquirido sustancias estupefacientes con recetas, al parecer, falsificadas, aunque no se pudo determinar la persona que podría estar robando las recetas.

Además de las recetas, la Policía también se ha incautado de productos farmacéuticos (pomadas, gotas), material de enfermería (vendas, gasas esparadrapo, betadine, agua oxigenada), material quirúrgico (tijeras, pinzas), material informático (ordenadores, techados, ratones, Wecam, teléfonos, etc.).

Además, en el sótano de la vivienda que ocupaba el matrimonio, la Policía encontró también rollos de papel industrial, lejía, insecticidas, ambientadores), así como material para la higiene personal (gel, champú, aceite corporal, compresas), además de toallas, mantas, sábanas y dos chaquetas médicas con la rotulación del Sescam.

También se ha intervenido un arma de fogueo (revólver marca Mágnun y calibre 38) que el detenido, presuntamente, utilizaba, al parecer, para intimidar a los compradores en este comercio ilícito en el caso de tener problemas.

A preguntas de los periodistas, Corrochano ha señalado que ahora se trata de averiguar en que farmacias se han expedido las recetas, puesto que deben llevar el DNI del paciente.

El subdelegado del Gobierno, que estuvo acompañado del comisario jefe de Toledo, Rufino Espada, y el jefe de sección de la Brigada Judicial del CNP de Toledo, Enrique Herrero, felicitó a los agentes que han participado en el esclarecimiento de los hechos. EFE.

Fuente

latribunadetoledo.es
J. Monroy / Toledo

La Policía Nacional ha detenido a un vigilante jurado como presunto autor de varios robos en los centros médicos de Toledo en los que ha estado trabajando. F.D.A., de 39 años y residente en Polán habría sustraído material diverso y recetas médicas, que más tarde falsificaba y ponía a la venta, a un precio entre seis y doce euros.
En la misma operación, también ha quedado detenida C.J.G., mujer del acusado, de treinta años de edad, que presuntamente es quien vendía las recetas. En el registro a su domicilio, la Policía encontró 1.477 recetas médicas de diferentes tipos, algunas de ellas en blanco y otras con el sello y la firma de diferentes facultativos de la ciudad de Toledo. Su valor podría estar entre los catorce mil y los quince mil euros, según explicó ayer el delegado del Gobierno en Toledo, Javier Corrochano, a los que habría que añadir otros doce mil euros en material robado en el Sescam. Además se intervinieron numerosos productos farmacéuticos, material de enfermería en grandes cantidades y material quirúrgico, procedentes todos presuntamente de robos y hurtos en diferentes centros de asistencia primaria de la ciudad. Los agentes también encontraron en el domicilio un revólver detonador marca Mágnum, calibre 38 especial cuatro pulgadas y una sustancia pulverulenta de color blanco, cuya composición aún no se ha determinado. Asimismo, en el sótano de la vivienda se localizó numeroso material informático, entre el que había ordenadores portátiles, algunos con la rotulación a nombre del Sescam. Finalmente, se incautó gran cantidad de productos de limpieza y material de higiene personal, de diferentes centros médicos de la ciudad, al igual que dos chaquetas médicas rotuladas con el anagrama del Sescam. Lo curioso es que ningún centro de salud ha denunciado sustracción alguna de material.

Pesquisas. La investigación comenzó tras la denuncia efectuada el pasado mes de febrero por un facultativo de un centro de salud de la ciudad, en la que informaba del robo de un sello médico y de cien recetas médicas. El Grupo de Estupefacientes de la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Comisaría de Toledo retomó entonces unas investigaciones efectuadas en el verano del pasado año, cuando se detuvo a dos personas por el consumo de sustancias estupefacientes adquiridas con recetas, al parecer falsificadas. Entonces, no se pudo determinar la identidad de la persona que las había robado.
No obstante, con los nuevos datos, todo indicaba que la persona que podría estar sustrayendo las recetas médicas era un vigilante de la empresa de seguridad encargada de la vigilancia de seguridad de los centros médicos.
Finalmente, la policía identificó como posible autor de los robos a F.D.A., vigilante de la empresa contratada por el Sescam para esta vigilancia. En el momento de la identificación, portaba 25 recetas médicas.
Corrochano valoraba ayer que la intervención policial no era importante por el contenido del material recuperado, pero sí porque «se ha puesto a disposición judicial a dos personas que aprovechándose de un contrato para hacer una vigilancia, lo que hacían era robar en esos centros, para vender luego las recetas seguramente a consumidores de estupefacientes, que pudieran comprar productos alternativos en las farmacias».

http://www.latribunadetoledo.es/noticia.cfm/Local/20100302/dos/detenidos/robo/recetas/centros/salud/toledo/1AA6183E-D46F-6D3F-33BD5C2FB5E23500

Todo aparenta que esta vez, mal que nos pese, si que se trata de uno de esos indeseables que se han infiltrado en la profesión.
Garbanzos negros los hay hasta en las mejores familias